+ Maki querrá vender cara su derrota si le piden sumarse a Villarreal Anaya
+ Las descalificaciones en redes sociales, son parte de toda la guerra sucia
+ ‘Lalo’ Gattás Báez hizo bien en fumar la pipa de la paz con el gobernador
Maki Esther Ortiz Domínguez está prácticamente eliminada de la contienda gubernamental. Al menos en su pretensión de ser candidata de Movimiento Regeneración Nacional (morena). Pero se niega a aceptarlo bajo la argucia de que aún falta la resolución del Tribunal Electoral de Tamaulipas sobre la impugnación por ella presentada en cuanto a la decisión, falta de equidad y simulación, para seleccionar precandidato.
Incluso degrada la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación –tildándola de secundaria–, porque, de nueva cuenta, ésta le fue desfavorable.
A través de su cuenta twitter la ex alcaldesa de Reynosa aduce “lo que resolvió el Tribunal Federal es un proceso secundario…” y por eso “ya pedí a los magistrados que… resuelvan”.
Blanca Eladia Hernández Rojas (la magistrada presidente), Edgar Iván Arroyo Villarreal, Edgar Danés Rojas, Gloria Graciela Reyna Hagelsieb y René Osiris Sánchez Rivas sin embargo, hasta el momento han mantenido discreción sobre ese pronunciamiento.
Desconozco quiénes la asesoren en materia jurídica electoral. Pero sé que, difícilmente, los cinco magistrados del Trieltam revocarían la sentencia del TEPJF cuya Sala Superior desechó, por segunda ocasión, el alegato de Maki.
Máxime cuando ésa es la máxima instancia jurisdiccional para conocer y resolver en forma definitiva e inatacable las controversias electorales, que presenten los ciudadanos, candidatos, partidos y demás actores políticos.
En diciembre 29 del 2021 –respondiendo a la promoción de Maki Ortiz por su inconformidad sobre este mismo tema– los magistrados (presidente) Reyes Rodríguez Mondragón, Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Alfredo Fuentes Barrera, Indalfer Infante Gonzáles, Janine M. Otálora Malassis, Mónica Aralí Soto Fregoso y José Luis Vargas Valdez, resolvieron que este asunto debería resolverlo el propio partido (morena), pues la demandante no agotó las instancias partidistas.
Y enviaron a las comisiones nacionales (de Elecciones y la de Honor y Justicia, el expediente.
Pero las resoluciones de ambos órganos partidistas le fueron adversas y en consecuencia Maki de nueva cuenta impugnó ante el TEPJF.
Hace días la Sala Superior resolvió otra vez improcedente su alegato.
Así que el doctor Américo Villarreal Anaya es el precandidato único de morena.
¿Qué sigue?
Ya derrotada, a Maki se le ofrecen tres escenarios:
1) Doblegarse, ante la decisión del Tribunal federal, para proteger a su ‘cachorro’ (Carlos Peña Ortiz), apoyando a la Cuarta Transformación, pues, de lo contrario, la Federación lo haría ‘perro del mal’
2) Jugarle las contras al doctor Américo Villarreal Anaya hacia dentro y fuera del movimiento, a favor de la alianza ‘Va por Tamaulipas’, cuando ella fue expulsada del Partido Acción Nacional (PAN), donde coquetea retornar, por coincidir con su ideario; y
3) Buscar ser candidata de Movimiento Ciudadano (MC), vendiendo su capital político que, hay que reconocerlo, oscila entre los 40 y 50 mil votos.
De cualquier forma, ya no es confiable.
Y lo peor del caso, es que desde cualquier trinchera operaría en contra del abanderado guinda.
Posicionamiento
Más allá de las descalificaciones vertidas por gente irresponsable, a través de las redes sociales, que nada aportan al avance democrático y sí abonan a la anarquía que podría contagiar al electorado, los todavía precandidatos gubernamentales Américo Villarreal Anaya y César Augusto Verástegui Ostos no distraen su tiempo en leer tanta inmundicia.
Ellos se dedican, seguramente, en analizar los escenarios electorales.
Ambos han sido objeto (lo son aún) de esa purulencia fanática que por la libre escupe hedor –utilizando el libertinaje que permiten las aplicaciones de la internet–, pero escudada en el anonimato regularmente, aunque igual podría surgir en los propios equipos políticos por su apasionamiento.
Lo cierto es que el quehacer inmediato de los dos está centrado en las campañas por venir, pues obligados están a ‘echar toda la carne al asador’, ya que las estadísticas los colocan prácticamente empatados.
Cierto es que la marca lópezobradorista domina núcleos importantes y esenciales en todo proceso. Al menos en Tamaulipas donde brinda apoyos sociales a +/- 550 mil ciudadanos, entre adultos de la tercera edad, madres solteras, jóvenes que no estudian ni trabajan; estudiantes preparatorianos y de nivel profesional; agricultores, ganaderos, luchadores sociales, etcétera.
Pero su partido, Movimiento Regeneración Nacional (morena), adolece de estructura, tanto como sus aliados: los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM).
En contraparte, la alianza ‘Va por Tamaulipas’, con los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) sí cuenta con cuadros y estructuras, lo que lo hace harto competitivo.
Sobre todo, si analizamos el comportamiento ciudadano de los últimos cuatro procesos sexenales en Tamaulipas, según las estadísticas:
1) En 1998, la lista nominal de electores registró 1 millón 612 mi 26.
Pero a las urnas sólo acudieron 902 mil 984 (55.88%) ganando Tomás Yarrrington Ruvalcaba la gubernatura con 484 mil 567 votos, representado al Partido Revolucionario Institucional (PRI);
2) En 2004, hubo 2 millones 85 mil 184 electores en la lista nominal. Y sólo votaron 1 millón 79 mil 275 (el 51.1 por ciento) favoreciendo a Eugenio Javier Hernández Flores con 621 mil 692 mil sugrafos, siendo candidato de la alianza PRI-PVEM.
3) En 2010, la lista nominal creció a 2 millones 489 mil 251 electores y, por cierto, nada más acudieron a las urnas 1 millón 101 mil 698 (44. 26 %), dándole su aprobación a Egidio Torre Cantú como el relevo de su hermano (acribillado a una semana de la jornada electoral); y
4) En 2016, la lista nominal alcanzó 2 millones 557 mil 228, de los que, votaron, el 56.43% (1 millón 257 mil 130).
Por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, 721 mil 49; por Baltazar Hinojosa Ochoa, 486 mil 124; y por Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez, 84 mil 736.
Merced a las estadísticas, donde no pintan el PRD, PT, PVEM ni otros comparsas, estructuralmente ‘Va por Tamaulipas’ estaría adelante, aunque por la marca el candidato común aparece en la jugada con altos momios.
Empero, hay quienes con mensajes soeces desestiman a uno y otro.
Pero igual los que dan la cara en contra de las precandidaturas.
Caminante no hay camino
Alejandro Rojas Díaz Durrán (senador suplente de Ricardo Monrreal Ávila) públicamente pide la sustitución de Américo, por considerar que fue ungido por ‘dedazo’; utilizando ‘textoservidores’ (de menor monta).
En un momento creí procedente consignar sus comentarios, pero sé y bien, analizando su sinrazón, que no vale la pena ocuparme de ellos.
Igual deben hacerlo los precandidatos si acaso ya tienen la piel curtida para jugar en el hándicap 2022.
Se hace camino al andar
Eduardo Abraham Gattás Báez hizo bien en limar asperezas con el jefe del Ejecutivo estatal, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Esto quizás no agrade a los notables de morena en el estado, pero por culpa de ellos el alcalde se subió varias veces al ring a medirse con un rival de mayor peso.
Al darse cuenta de que ese no era el camino correcto pidió una tregua.
Primero dialogó con el secretario General de Gobierno, Gerardo Peña Flores; y un día después apareció al lado del mandatario (inclusive hasta lo abrazó) en la ceremonia conmemorativa del Día de la Bandera.
Hay quienes malinterpretan ese encuentro argumentando que ‘Lalo’ ya se vendió.
En lo personal no lo creo, pues bien sé que a Gattás Baéz los notables de morena lo dejaron prácticamente solo.
Empezando por el presidente, al no brindarle el apoyo solicitado en su propia oficina; y el diputado federal Erasmo González Robledo, quien decía ser su amigo, pero como titular de la Comisión (legislativa) de Presupuesto y Cuenta Pública no gestionó un solo centavo para obras de infraestructura en Ciudad Victoria.
Ahí está el presupuesto federal que no admite lugar a dudas.
Tampoco se sumó ninguno de ‘los notables’ a su petición de gestionar un Fondo de Capitalidad. Y ni siquiera los diputados de morena que forman parte de la LXV Legislatura local defendieron acertadamente esa iniciativa.
Entonces, ¿por qué descalificarlo?
El tiempo le dará la razón, así lo creo.
Y más si algunos apoyos del gobierno estatal empiezan a reflejarse en obras y el mejoramiento de servicios públicos.
En conclusión, ‘Lalo’ es el presidente municipal de todos los habitantes de Victoria –panistas, priistas, morenistas, etc.–, y su gestión no debe estar sujeta a colores ni ideologías.
Él está obligado a procurar una administración eficiente, transparente, respetuosa y respetable, por lo que nada de malo tiene que coincida con el gobierno estatal para rescatar a Victoria del abandono.
De ahí que ‘Lalo’ merezca un voto de confianza.
Cicuta
En política, los amigos son de a mentiras. Y los enemigos, de verdad.
Lo que suma y resta son los intereses.
Ya ve usted cuántos ‘chaqueteros’ han aparecido en este proceso.
A quienes se alían con la 4T, les llaman conversos, mientras a quienes abjuran de la izquierda para aliarse con la derecha y/o el centro, se les tilda de traidores.
¡Bah!, como si no supiéramos de qué pie cojean unos y otros.