Andrés Manuel López Obrador, tiró una bola ensalivada, a la Cámara de Diputados. La Ley para la Reforma Energética, es un texto para la real polarización sociopolítica del país: o se está a favor de reglamentar los recursos del subsuelo a favor de la Nación, o se está de acuerdo en aplaudir la legalización para que las fuentes de energía sean propiedad de las corporaciones energéticas extranjeras.
No hay de otra.
Son dos opciones, que necesariamente, polarizarán más claramente a los mexicanos.
El presidente de la república ya ganó.
Si se vota a favor y gana la Reforma, será un triunfo de la IV T.
Si no se cumple con la votación requerida para la reforma constitucional, de igual forma, AMLO saldrá victorioso.
¿Gana si su reforma es frenada, por la minoría encabezada por el PAN?
Así es: gana.
El gambito lopezobradorista, hermana al bloque neoliberal formado por PAN-PRI-PRD y otros. Es decir: sin tapujos, ese bando se alineará bajo el más rígido pensamiento neoliberal lo que lleva a la innecesaria existencia de esa trilogía partidista. De otra forma: sombreros van a sobrar, luego de la “derrota” de AMLO al no conseguir su propósito reformador.
El priismo del país, cada día más desangrado, pasará a niveles de mini-partido luego que el electorado le reclame su postura anti-nacionalista en las urnas y en la calle.
El PRD, con su voto, deslavará su bandera de Izquierda y pasará a ser otra agrupación de derecha. Y lo mismo que el PRI: su existencia en el espectro político nacional, será como caca de perico.
Algunos actores se han venido quejando de la polarización del país. Fatal noticia para ellos: el proceso de polarización sigue su curso; dentro en lo mediato, PRI y PRD podrían ser digeridos por el pez más grande en la coalición: el PAN.
¿Y qué efectos políticos aterrizarán en Tamaulipas, luego del muy seguro rechazo de la Reforma Energética? (Que casi, será los mismo si se concreta la reforma constitucional de la IV T).
1.- El PAN, podría sufrir un marcado descenso en las preferencias electorales. ¿No será muy fantasioso ese escenario?
No.
Hay que recordar, que AMLO en la elección para la Revocación del Mandato, obtuvo casi 500 mil votos –20 mil menos para ser precisos–. Esa cifra, parece no asustar a los azules.
Para dar luz sobre ese fenómeno, diremos a todos aquellos que opinaron sobre el asunto, que el resultado se generó con un 30 por ciento de las casillas operando en la entidad.
Es decir: si se hubieran instalado el 100 por ciento de mesas receptoras, –bajo un criterio aritméticamente conservador– AMLO hubiera sumado ¡más de un millón de boletas cruzadas a su favor!
Sí señor: en Tamaulipas.
2.- El candidato panista a la gubernatura, el Truco Verástegui, tendrá que meter turbo a sus remos si aspira a ser lo competitivo que ha sido desde el inicio de su campaña. Al mismo tiempo, deberá desplegar un control de daños ante la evidente vocación antinacionalista de los legisladores azules que se negaron a entregar el petróleo, la energía eléctrica y el litio a los mexicanos.
Por eso y por otras cosas, la discusión y votación de hoy domingo, en el Congreso de la Unión, será histórica y por lo mismo: imborrable.