Los impactos del debate entre los candidatos a la gubernatura de Tamaulipas, no parece haber movido la aguja de las preferencias electorales. Se percibe, que los datos siguen inamovibles. Dos en punta peleándose palmo a palmo la silla del 15 Hidalgo en ciudad Victoria, Tamaulipas –Américo Villarreal Anaya y el Truco Verástegui–, y uno que no levanta ni con el apoyo de su poderoso suegro -Arturo Diez Gutiérrez- y mucho menos con el ánimo del gobernador de Nuevo León, Samuel García.
¿Interesante el evento?
Sí.
Muy interesante.
Los ecos del debate, siguen rodando por el estado.
El ganador de la contienda, sigue en la mentalidad de los ciudadanos: para los seguidores de MORENA, Américo arrasó; los correligionarios del Truco, afirman que aplastó y los simpatizantes –que los tiene– de Arturo, festinan que venció.
¿Qué vieron los fans de los candidatos, que los hicieron salir triunfantes del acto proselitista más potente en la campaña electoral que transcurre?
Al parecer:
En Américo:
1.- Su temple: frío, racional, calculador, replicó todos los obuses que pretendieron meterlo en un pleito de callejón. Centró sus respuestas en ofertas de gobierno, saliendo del ambiente de confrontación al que intentaron llevarlo sus dos contendientes. Con diligencia, saltó los desafíos a la lucha de cuchillos para lo que llegaron preparados sus contrincantes. Salió con prudencia y elegancia de la celada.
2.- El manejo de cifras, y el sobrado conocimiento del área de salud de la entidad, lo hicieron parecer un hombre de gobierno. Los centenares de debates que presenció en el Senado de la república, le dieron la experiencia para evadir embates y para responder con datos duros que conoce desde hace décadas.
En el Truco:
1.- Su colmillo retorcido en el manejo de la política local. Supo moverse con habilidad en un terreno erizado de cadillos y espinas, que es la característica más palpable de los senderos que hay que transitar si se aspira con ser un político exitoso en los escenarios tamaulipecos. Sus giros retóricos –semejantes a los que se utilizan en las asambleas estudiantiles y en las reuniones políticas en la comarca–, metieron en problemas a sus dos competidores. Esa eficiente narrativa, de rompe y rasga, puso en la lona a Arturo Diez Gutiérrez e hizo tambalear a Villarreal Anaya.
2.- Sus amplios saberes de las regiones del estado. Sorprendió cómo manejó al dedillo las fortalezas y las debilidades de las siete zonas socio-económicas tamaulipecas. Su paso por la Secretaría general de gobierno, lo transformó de un político lugareño a un político de presencia y de actuar de nivel estatal.
De Diez Gutiérrez:
1.- Recorrió los 43 municipios del estado.
2.- Conoció los 43 municipios de Tamaulipas.
Como siempre: la opinión de ciudadano será la relevante.
Ya lo dijo el Profeta: la voz del pueblo, es la voz de Dios .