Hay, en Reynosa, una conjura para despojar a Carlos Víctor Peña Ortiz de la alcaldía, bajo la argucia de que un juez suspendió los derechos políticos del edil ‘por mantenerse prófugo tras la orden de aprehensión girada en su contra’.
En la conspiración, alentada por el dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Luis René Cantú Galván (a) ‘El Cachorro”, intervienen los diputados locales Raúl Pérez Luévano y Danya Silvia Arely Aguilar Orozco; así como las regidoras Denisse Ahumada Martínez y Ana Lidia Luévano de los Santos.
Y son ellos, precisamente, quienes confabulan para formar una terna y llevarla al Congreso local, para que ahí se decida quién entraría al relevo.
Sin embargo, ninguno ha podido comprobar que la ausencia de Carlos fue por huir de la justicia; pero sí se oponen a que éste siga presidiendo las sesiones de Cabildo.
El ejemplo más reciente ocurrió el domingo que nos antecede, cuando Peña Ortiz acudió a una reunión del cuerpo colegiado y la regidora Denisse refutó su presencia ante al secretario del Ayuntamiento, José Luis Márquez Sánchez, arguyendo la suspensión de los derechos de Peña Ortiz; y de ahí su imposibilidad de presidir la sesión de Cabildo.
Un día antes, Cantú Galván sostuvo reuniones ‘privadas’, en Reynosa, con diputados locales y regidores del membrete albiceleste; y el mismo día, en conferencia de prensa, pidió a los ediles que levantaran su voz para que el presidente municipal no continuara en el cargo.
De entonces a la fecha los diputados y regidores panistas han acatado esa instrucción, que en el fondo no provino del mentado ‘Cachorro’, sino de Palacio de Gobierno, según cuentan.
Inclusive ya se habla de ‘cañonazos’ para que los regidores de morena y otros partidos políticos se sumen al complot, aun sabiendo que Carlos fue electo con cerca de 100 mil votos –30 mil más de los que alcanzara su rival más cercano, José María Moreno Ibarra (PAN)– al contender por la alianza ‘Juntos haremos historia en Tamaulipas’.
Presumiendo que esa compra de voluntades fuera cierta, los regidores de Movimiento Regeneración Nacional (morena) estarían traicionando a su líder Andrés Manuel López Obrador –al venderse al mejor postor–, para la comisión de una bajeza como es imponer, por la vía legal, a un alcalde que responda a intereses del grupo gobernante que está de salida.
Hasta donde sé, Carlos Víctor Peña Ortiz es aún, legalmente, alcalde.
Y aunque con argucias tratan de sacarlo de la presidencia municipal, a la fecha sigue despachando como jefe del Ayuntamiento.
Así lo consideran el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de morena, cuyo dirigente es Mario Martín Delgado Carrillo; y el gobernador electo, Américo Villareal Anaya, quienes consideran que: ‘Acción Nacional y el gobernador (García) Cabeza de Vaca, no tienen pudor y ni la más mínima decencia moral para cometer acciones mezquinas, como lo hacen ahora comprando a precios millonarios a regidores de morena para que apoyen la propuesta de imponer un alcalde albiceleste’.
Ambos, igual, aseguran que darán la pelea para defender los derechos políticos de Peña Ortiz, pues estos se mantienen intactos pese al dictamen del juez Rodríguez Grajeda.
¿En qué terminará esta medición de fuerzas?
¿Acaso el mandatario estatal lograría cobrarle la factura a Maki Esther Ortiz Domínguez?
Lo cierto, es que asoma mezquindad gubernamental, antes de dejar el barco.
Desarticulación
La aprehensión de Octavio Leal Moncada, dirigente de la columna armada ‘Pedro J. Méndez’, acontecida en Monterrey (Nuevo León) bajo el cargo de homicidio calificado, podría causar infortunio en Tamaulipas.
Sobre todo, en los municipios Villagrán, Mainero, Hidalgo, San Carlos, San Nicolás, Padilla y parte de Güémez.
Por vía de mientras, las protestas sobre la carretera Victoria-Monterrey a la altura de ‘El Tomaseño’ no se han hecho esperar.
Pero es difícil que prospere esa demanda, para liberar al detenido, por tratarse de una acción conjunta entre órdenes federales y estatales.
Cicuta
Sentencia una máxima:
“Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”.