• Desde hace 10 años, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural opera la inspección no intrusiva en puertos, aeropuertos y fronteras, a fin de detectar productos que pudieran poner en riesgo la producción de alimentos en México.
• El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha formado 40 generaciones de binomios caninos, entre las que destacan 15 equipos internacionales para apoyar la inspección agroalimentaria en Centroamérica y el Caribe.
El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) designó a la Escuela Canina del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), como Centro de Referencia Regional en la formación de binomios caninos, para el fortalecimiento de la vigilancia ante el riesgo de introducción de plagas y enfermedades de importancia cuarentenaria.
La designación reconoce 10 años de trabajo ininterrumpido del centro de adiestramiento, ubicado en la Unidad Integral de Servicios, Diagnóstico y Constatación (UISDC) en Tecámac, Estado de México, periodo en el que se han formado 40 generaciones de binomios caninos, entre los que destacan 15 equipos que se entrenaron para apoyar las labores de inspección agroalimentaria en Nicaragua, Panamá, Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Honduras.
Al recibir el reconocimiento a nombre del organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el director de la Escuela Canina, Pedro Macías Canales, subrayó que el trabajo de inspección que desarrolla México para proteger sus fronteras ha ido en constante evolución, ya que además de detectar alimentos cárnicos y vegetales, hoy en día los caninos son capaces de diferenciar algunas variedades de virus, bacterias e insectos.
Precisó que los instructores trabajan en un programa en el que al perro se le planta el aroma de la bacteria Candidatus Liberibacter, la cual causa la enfermedad más devastadora de los cítricos, el Huanglongbing (HLB), también conocida como dragón amarillo.
Lo anterior, a fin de que los caninos diferencien esta enfermedad entre algunas otras de origen endémico, como el virus de la tristeza de los cítricos y la leprosis, y con ello se conviertan en una herramienta más para las acciones de control y erradicación en campo.
También, señaló, existe un importante avance en el programa para identificar larvas de mosca del Mediterráneo en diferentes frutos hospederos.
Macías Canales indicó que estos nuevos procedimientos demuestran el grado de especialización que ha adquirido la Escuela Canina del Senasica para la protección fito y zoosanitaria de México y Centroamérica.
Estamos trabajando, dijo, con los países de la región centroamericana y del Caribe, para fortalecer sus capacidades de inspección y con ello blindar aún más nuestras propias fronteras, para asegurar la producción de alimentos.
El representante en México del OIRSA, Octavio Carranza de Mendoza, indicó que uno de los principales postulados del organismo es que el éxito de un país en temas sanitarios se convierta después en éxito de otro, hasta alcanzar una cobertura entre los nueve países miembros del organismo internacional.
Calificó al programa de adiestramiento canino del Senasica como referente a nivel mundial, ya que, en los últimos 10 años, gracias al apoyo de México, el resto de los países de Centroamérica: Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana, ya operan la inspección no intrusiva con el apoyo de unidades caninas.
Es un gran éxito para OIRSA, dijo, que el Senasica haya construido todo el andamiaje para elevar la protección sanitaria, y que ya se replique en otros países, como Panamá y Ecuador, quienes ya cuentan con su propia Escuela Canina.
Las unidades o binomios caninos del Senasica son equipos conformados por un manejador y un perro adiestrado para detectar productos agroalimentarios. Con el olfato de estos animales, el personal del organismo anualmente revisa en puertos, aeropuertos, fronteras y puntos de movilización nacional más de dos millones de equipajes sin la necesidad de abrirlos y más de 250 mil embarques comerciales.
A través de estas labores detectan e impiden el ingreso al país de más de 400 plagas y enfermedades de importancia cuarentenaria como: fiebre aftosa, encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas, peste porcina africana, gorgojo khapra, mosca del Mediterráneo y fusariosis del banano, entre otras, que significan un riesgo para los animales y vegetales que se producen en México.