El gobernador electo, Américo Villarreal Anaya, sabe que no debe ni puede confiar en Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, pues en connivencia con la administración gubernamental actual ésta pretende la basificación de por lo menos 4 mil burócratas.
Son presuntos muchos de ellos, porque no han trabajado en el servicio público durante el sexenio que agoniza –y antes, tampoco–, pero son parte de la estructura electoral albiceleste que espera ser recompensada por ‘sus servicios’, con plazas, a diez semanas de concluir el mandato de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En conferencia de prensa, el doctor abordó el tema, ayer, pidiéndole al Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas (SUSTPET) abstenerse de esa intención, advirtiendo que “todo será revisado a fondo”, estableciendo el criterio de antigüedad, capacidad y mérito en la viabilidad financiera y actuarial, para definir a quiénes sí tienen derecho ser promovidos merced a su quehacer cotidiano, sin soslayar a los empleados que por contrato prestan servicios.
Es decir, en su evaluación, el gobierno entrante analizará cada caso. Y no por ser recomendados, sino en base a su hoja de servicios, determinará quiénes continuarán laborando en la administración pública.
La sospecha de que habría un sembradío de ‘orejas’ y convenencieros cobrando sin trabajar –como lo han hecho durante más de un lustro–, lleva al mandatario electo a denunciar esa maniobra porque aumentaría el gasto en salarios.
“No tengo nada en contra de los trabajadores, ni de sus familias”, dijo el mandatario electo, “pero es muy sospechoso que antes de salir quieran eso” (la basificación), para que a los dos meses o tres de la nueva gestión surjan reclamos por no tener con qué pagarles.
Américo no lo dijo, pero su mensaje es claro para que esa lideresa por fin sea removida, al acariciar las tres décadas de un cacicazgo sindical con la complicidad de los mandatarios estatales en turno.
El puntilloso periodista Juan R. de la Sota, claramente ha definido a la lideresa y sus excesos:
“La presencia de Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, en la dirigencia del SUTSPET, ya apesta, incómoda, molesta, fastidia, inconforma, agravia e insulta, por sus actos rateros, intimidatorios, antidemocráticos, de vandalismo y nepotismo, motivos por los cuales la base trabajadora sindical se prepara para impedir su reelección y acabar con su cacicazgo que ha mantenido humillados, desprotegidos, atemorizados y con salarios miserables a los agremiados
“La aún lideresa de los burócratas, Valles Rodríguez, apodada por algunos comunicadores como ‘La Chacala’, se cree la dueña de este sindicato y del dinero proveniente de los cuotas de los trabajadores, por lo que urge, primero se le aplique seria y profunda auditoría, al existir denuncias por incurrir en tráfico y venta de plazas para favorecer, sobre todo, a familiares, y por gastar dinero de los sindicalizados en la compra de bienes muebles e inmuebles, como vehículos lujosos, casas y ranchos.
“El imperio de doña Blanca, muy pronto se desmoronará, porque no le otorgarán el voto para su reelección, debido a que los trabajadores están hartos y cansados de tantos abusos y pillerías de su líder, la cual durante años ha vivido con un montón de lujos y amasado una gran fortuna con el dinero de las cuotas de los servidores públicos, mismos que la repudian, detestan, vomitan, desprecian y hasta la sacan la vuelta por soberbia, altanera, prepotente, injusta, arbitraria, abusiva, corrupta y cacique.
“Utiliza al SUTSPET a su antojo, como una empresa de su propiedad, ordena como si fuera capataz, actúa como patrón, no defiende los intereses de los trabajadores, gasta el dinero de las cuotas en buenas comidas, viajes, gasolina, en su imagen personal, en campañas políticas…
“Lo más grave es que ha incurrido en tráfico de bases sindicales y la cancelación de muchas por venganzas y por así convenir a sus intereses, pero además de exigir cuotas, sin la anuencia de los empleados, para gastos funerarios y otros descuentos arbitrarios, dinero que jamás se ha destinado para beneficiar a los agremiados, por eso la conveniencia que auditen al SUTSPET; hay evidencias suficientes que ella y su equipo de barberos se han enriquecido ilegalmente con el dinero de las cuotas.
“Los servidores públicos estatales han reaccionado y ya comenzaron a exigir justicia y la elección de un nuevo líder sindical, en aras de acabar con el cacicazgo y la corrupción practicada durante años por doña Blanca Valles Rodríguez, quien ha utilizado el poder sindical, para demás llegar a puestos de elección popular.
“Así que si no quiere ser cliente del fresco bote, debería permitir llegue al democracia a ese sindicato y que sea sustituida por un líder que no sea ladrón y que sí defienda los verdaderos intereses y derechos de la clase trabajadora”.
Ni como desmentir al colega.
Así que la sospecha de connivencia denunciada por el doctor Américo Villarreal, tiene razón de ser.
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