¿Quién gana y quién pierde, con la ratificación del triunfo de Américo Villarreal Anaya, por el Tribunal Federal Electoral (TRIFE)?
Evidentemente: en primer plano, es derrotado el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, que hasta el último minuto de los términos legales de la elección manejó la narrativa de la incertidumbre. Este descalabro, hizo carambola con los anhelos políticos de largo plazo de varios relevantes seguidores del Ejecutivo estatal.
Muchas son las doloridas víctimas del tsunami jurídico-electoral que ahogó alguna docena de proyectos políticos a futuro en el bando azul.
Uno de los actores albicelestes que, ve erosionarse su plan inmediato -la búsqueda de una senaduría- es el ex candidato a gobernador, Truco Verástegui Ostos.
Se dejó arrastrar por los discursos de ruptura, de odio, de desacato, de estridencia, delineados por García Cabeza de Vaca.
Pudo, pero no quiso, –ni siquiera en forma ficticia, fingida– romper con el líder real del panismo perdiendo así la posibilidad de crecimiento y de posicionamiento en el escenario de la comarca –aún en la derrota–. Una postura, más recatada, inteligente, le hubiera permitido sobrevivir al naufragio y con más de 600 mil votos en el bolsillo reinventarse para el 2024 encabezar la fórmula que peleará los escaños en el Senado de la entidad.
Se nota: el Truco no está liquidado; está sí, debilitado y menguado por la política del rencor y del miedo articulada por su jefe político.
Otro perdedor, es el dirigente estatal del PAN. El Cachorro Cantú, es ya un fiambre; será, lo que siempre ha sido: un activo de poca monta para un panismo que deseaba continuar en el gobierno o al menos dar una competencia digna y potente a MORENA.
Cachorro, no levanta.
Y después del 1 de octubre, menos levantará.
(Es hasta probable que el Tribunal Electoral, falle en contra de su irregular reelección al frente del CDE de su partido).
Como el sexenio: el presidente estatal panista, se acaba; se acabó.
Otra carta calcinada por la sentencia del TRIFE, es el dirigente de los diputados azules en el Congreso Local, el Moyo García. Apostó todo, a la compra de conciencias de legisladores para convertirse en el líder de la mayoría parlamentaria; tiró su resto, en el tapete verde jugando su futuro al triunfo del Truco; le falló.
Y cómo todos los que apuestan mucho…
…mucho perdió.
Se hacía como candidato a la alcaldía de Nuevo Laredo en el 2024, con la victoria de Verástegui Ostos; no se le hizo. Sin duda: puede ser candidato; con un añadido: sin esperanzas de éxito.
Al secretario general de gobierno, Gerardo Peña, se le acabó el corrido. Sin una sola victoria electoral en su haber, en la historia política de su vida, insistió en su ruta de invicto. Totalmente fundido, lo dejó la decisión del tribunal electoral.
A bote pronto: hay dos ganadores indiscutibles por el acuerdo ratificador del candidato de MORENA como gobernador electo: Américo Villarreal Anaya y Chucho Nader.
El morenista, porque está a días de convertirse en gobernador Constitucional.
Nader, porque está solo en el entramado panista regional. Se levanta, sin adversarios internos, como el actor de mayores activos políticos en el PAN tamaulipeco.
¡Cuánta prosperidad trajo la lluvia!