Cd. Victoria, Tamaulipas.- A los trabajadores pensionados del Gobierno del Estado siempre les ha tocado bailar con la más fea, por tanta corrupción en el Instituto de Seguridad (Ipsset).
Cada fin de sexenio se habla que ex funcionarios “se fueron al baño” con la lana, o con “hebra” como se dice, sin que los culpables paguen con “bote”.
A finales de los 80´s del siglo pasado, los burócratas “descubrieron” que una institución crediticia de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas, dirigida por un Manuel Martínez Arteaga, quedó a deber dos mil melones de pesos al irse a quiebra por mala administración. Habían pedido “prestado” al fondo de la burocracia.
Nunca se supo si la entonces UPYSSET, creada en 1984, recuperó el billete.
En noviembre del 2018 la hoy Fiscalía del Estado capturó a un individuo llamado Alejandro Dosal de la Fuente, por haberse prestado él mismo 800 mil pesillos sin ser empleado del sistema educativo y por tanto sin derechos.
Ni se supo de Marco Antonio Torres Mercado, entonces “asesor financiero” de la Dirección General, por autopréstamo de 300 mil lanas fuera de la Ley.
Resulta que, abusadillo el muchachillo, se concedió un plazo de 10 años para cubrir abonos quincenales con intereses de 269 mil a partir de la segunda quincena del 2007.
Sin embargo el jovenazo comenzó a pagar hasta el 14 de abril del 2011, es decir, cuatro años, cuatro meses y quince días después ¿ya terminó de pagar?.
Nadie informó si el primero fue condenado y el segundo capturado por la Fiscalía.
Por recomendación de Torres, el Director Pedro Lara Mendiola, acordó “bolsear” (bolsa de valores) fondos del Instituto a través de la Casa Protego (propiedad de Pedro Aspe Armella), y perdieron millones por inexpertos ¿o corrupción?.
Bajo la asesoría de Torres, Mendiola colocó 150 millones pero, en lugar de subir el valor de las acciones, bajaron. En un abrir y cerrar de ojos perdieron 40 millones de lana ¡que no era de ellos!.
Tal “descubrimiento” lo hicieron funcionarios panistas en 2017 (llegaron en el 2016). Hicieron una auditoría de los últimos diez años y encontraron anomalías que mantenían al borde de la quiebra al fondo de pensiones.
Según el dato, al ex director Carlos Gómez Guerra, en los tiempos del geñismo, se le “perdieron” casi 20 millones de pesos. No se supo si lo demandaron o se fue con la hebra.
De todo el enjuague no queda libre Silvestre Abrego Adame, uno de los “dedos chiquitos” de Egidio Torre Cantú. Se le acusó de daño patrimonial al Instituto por más de mil 400 millones. En alguna ocasión los cabecistas informaron de orden de aprehensión, pero nunca si la cumplimentaron.
La referencia dice que la mayor responsabilidad fue del “asesor financiero”, mas no se sabe si por lo menos pagó los 300 mil de capital.
Pues bien, seis años después el organismo está en el ojo del huracán. En lugar de ir al rescate de los dineros, el gobierno de los vientos del cambio dejó de hacer las aportaciones pese a que descuenta a los empleados el riguroso porcentaje.
Algo muy grave porque al tres de octubre próximo, que toca pagar, el Ipsset no tendrá dinero para abonar a los nueve mil pensionados del gobierno, como denunció Jesús Lavín Verástegui coordinador de Américo Villarreal Anaya para la transición.
Le creemos, el organismo se compara con una “pila de agua bendita” en que todo mundo mete mano con impunidad.
Hoy se espera que, como hace seis años lo hicieron los del PAN, cuando Américo tome las riendas del estado, una de sus primeras acciones sea auditar el fondo, pero que ahora sí reciban castigo los pillos.
Seguro que aparecerán más saqueos que los que cometieron los priístas antes del 2016, que le causaron un presunto daño millonario al IPSSET.
Al finalizar el gobierno de Egidio, los auditores establecieron que quedó a deber por cuotas 1,455 millones de pesos.
Francisco Javier García, el nuevo Gobernador, se comprometió a ir pagando en “abonos chiquitos” por un periodo de ocho años, pero, según la denuncia de la 4T, no ha pagado un solo quinto. El enjuague siguió.
Y no se vale acusar a gatos. Un “tirito” de millones que venían del Sartet, Ipsset, Cobach y otros fondos de los trabajadores, no se lo puede aventar un pececillo cualquiera. Quienes dirigían el fondo no se mandaban solos pese a que hay órganos internos de dirección. El visto bueno tenía que venir desde lo alto de Palacio.
Los secretarios de Finanzas como Oscar Almaraz (ahora panista), Miguel González Salum o González Fernández fueron simple instrumento para acatar la orden.
Hasta se menciona que, con el gobierno panista, los fondos fueron utilizados para apuntalar la campaña política que acaban de perder.
Agregar que, en los estados financieros al 31 de diciembre del 2021, el Instituto reportaba un saldo por cobrar de 6,605 millones de pesos, un mundo de dinero que jamás recuperará
Al 30 de septiembre del 2021 el Gobierno le debía 2 dos mil 10 millones, que acordó pagar en 96 “mensualidades” de 26.4 millones a una tasa del 6 por ciento anual.
A ese ritmo terminaría de pagar el Gobernador que sustituya a Américo Villarreal, hasta el 30 de septiembre del 20229.
Lo más grave: El Gobierno de Francisco Javier no ha pagado ni los “abonos chiquitos” ni las cuotas ordinarias.
El organismo es un desastre y la crisis detonará una vez que se vaya el gobierno panista, como ya lo menciona Lavín Verástegui.