Semana redonda para Morena-Tamaulipas: ganó la impugnación contra la conformación de la Comision Permanente en el Congreso local e hizo añicos la campaña negra orquestada para manchar la elección del gobernador electo, Américo Villarreal Anaya.
Dolorosos picahielazos para un PAN que va a la baja y navega en la incertidumbre.
Se dirá: el PAN ganó con el aval de la autoridad del súper Fiscal que podrá sobrevivir transexenalmente.
Pírrico, triunfo; menor victoria.
¿Qué representa más autoridad: la mayoría del Congreso tamaulipeco y el control de sus órganos de gobierno o un Fiscal que por muy autónomo, estará bajo el escrutinio de los Poderes Ejecutivo y Legislativo?
Es evidente la abismal diferencia de legitimidad y de autoridad entre un ente -importante sí- que actuará si no sobre la dependencia del gobierno estatal, sí bajo la mirada inquisitiva de actores de mayor peso.
El balance, favorece a MORENA y a la administración entrante.
El Fiscal carnal, como nunca tendrá muchos ojos sobre sus actuaciones. No sólo el Congreso y el gobernador, lo estarán viendo con el rabillo de su óptica, al mismo tiempo otros órganos fiscalizadores de la sociedad civil, como agrupaciones de abogados y defensores de derechos humanos.
Los recientes acontecimientos denunciados por el gobernador electo, Villarreal Anaya -órdenes de aprehensión en contra suya y siete de sus más cercanos colaboradores- es otro triunfo moral de su proyecto: envilece a la adminstración saliente y le aporta aún más al bono democrático que los tamaulipecos le confirieron con su voto.
Es evidente: ante el fracaso de las estrategias para mancillar la elección del cardiólogo, ahora el PAN intenta desacreditar el gobierno morenista que empieza.
El panismo perdió la brújula.
No acierta a operar con inteligencia.en un escenario que cada día se le complica más.
La engañifa de Mauleón, se fue al caño.
La importación del Juez -se lo trajo de Altamira a ciudad Victoria-para que libere las ocho órdenes de aprehensión, de igual forma: irá a parar a las cañerías del más pútrido drenaje.
Perdido el control del Congreso y en vías de perder el tutelaje de los Ayuntamientos -los ediles azules, ya buscan ponerse a la sombra de AVA-, las élites albicelestes están utilizando sus últimos recursos: el terror, el lodo mediático y la dilación para entregar el gobierno.
Bien dice el adagio: el que mal anda, mal acaba.
Sin duda: esperémos ver el final más dramático jamás visto, de una adminstración estatal.
Ni siquiera Hugo Pedro González Lugo, -en 1947- dejó palacio con tanto cieno en sus espaldas.
Como dicen en el ejido Río Bravo:
-Dios guarde la hora…