La reunión plenaria de los diputados federales del Partido Acción Nacional, previa al inicio de sesiones ordinarias correspondientes al segundo período del segundo año de la LXV Legislatura, tendrá lugar en Tamaulipas, pero a la estas alturas aún no se ha definido municipio sede.
Incluso el pastor del rebaño estatal (Gerardo Peña Flores), desconoce el itinerario a desarrollarse los días 25 y 26 próximos, pues su coordinador, Jorge Romero Herrera, solamente le ha comentado que se tratarían temas de interés nacional; la agenda parlamentaria de 2023 y un planteamiento a partir de las preocupaciones ciudadanas.
Lo cierto, es que dicho encuentro conlleva intenciones electorales, por precisamente darse en la etapa de campañas de un proceso extraordinario para designar senador sustituto, pretendiendo, con su presencia, favorecer a la fórmula que integran Imelda Margarita Sanmiguel Sánchez y Georgina Barrios González (propietaria y suplente, respetivamente), como militantes de los membretes albiceleste y tricolor, en el orden citado.
El propósito, en teoría, acrecentaría los bonos de ambas candidatas y en la práctica sólo contribuiría a cavar más rápidamente sus tumbas, pues, usted bien sabe, todo lo relacionado con el PAN y el PRI huele a muerto.
Y más cuando representan los oscuros intereses del ‘cabecismo’.
¿Acaso esto no lo sabe Romero Herrera?
¡Claro que sí!
Como también sabe que los cinco diputados federales de su partido no han contribuído al rescate del membrete albiceleste a lo largo de su gestión legislativa.
Me refiero a: Óscar de Jesús Almaraz Smer, Vicente Javier Verástegui Ostos y Rosa María González Azcárraga –representantes uninominales de los distritos V, VI y VIII, respectivamente–, así como a los 2 plurinominales: Peña Flores y Mariela López Sosa.
Tan es así, que ninguno de ellos tiene calidad moral para acercarse al conglomerado que otrora les ofreció confianza –cuando menos, los tres de mayoría relativa, pues en cuanto resultaron electos olvidaron sus promesas y compromisos, en tanto los de representación proporcional quizá aduzcan que nada deben por no haber sido votados en las urnas–, como se ha visto desde el 2021 cuando se instalaron en la Ciudad de México.
Ahora regresan como hijos pródigos a Tamaulipas, mendigando votos, y, como acostumbran, con las uñas muy afiladas, aun sabiendo que estará, en la cumbre albiceleste, el espectro de la muerte política, para ellos y para los partidos coaligados (PAN y PRI).
Entonces, ¿por qué tanta alharaca ante la cumbre?
Quizá por dos razones:
1) Traería recursos a Tamaulipas, aunque pocos, en torno a ocupación hotelera; y
2) Marcaría un distanciamiento con respecto a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por el daño profundo que éste le ha hecho al panismo.
La carrera
El despertar ciudadano por la contienda extraordinaria no se ve, ni se palpa en territorio, pese a las actividades diarias de los tres candidatos al Senado de la República.
Al trío les hace falta más que los discursos baladís para provocar, ante el conglomerado, entusiasmo y ganas de participar.
Lamentablemente, no le hablan al pueblo con la verdad –acerca de los alcances que tendrían en la Cámara alta–, y se la han pasando ‘ofreciendo’ soluciones a problemas que no tendrán capacidad de solucionar, gestiones que no les corresponden y programas que sólo competen a otros poderes.
Ahora, Imelda, reta a un debate, cuando, constitucionalmente, ninguno de los candidatos en este justa está obligado a atenderlo; lo mismo hace el candidato del PVEM, Manuel Muñoz Cano; en tanto, ‘JR’ atiende su propio rumbo y no se ha enganchado.
Alcaldes, al margen
Por intereses políticos (y hasta personales), los alcaldes de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Ciudad Madero y Altamira, donde se registra el voto duro de morena, han soslayado apoyar a ‘JR’.
Es claro y evidente.
Sin embargo, la cargada de los beneficiaros de programas sociales sé bien que sacará avante la elección a favor de morena, aunque con votación escasa.
Correo: jusam_gg@hotmail.com