En el Centro Universitario Victoria, docentes y estudiantes hacen un jardín con plantas arbustivas, ornamentales, medicinales y alimenticias cuyas flores atraen a grupos de polinizadores y los provee de alimento, agua y refugio.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) integra acciones de responsabilidad social a través del proyecto de recuperación de áreas verdes del Centro Universitario Victoria, involucrando a la comunidad docente, administrativa y estudiantil con el objetivo de reducir el impacto ecológico negativo en el medioambiente y contribuir a la conservación de polinizadores mediante la restitución de su hábitat.
Al respecto, la Dra. Juana María Coronado Blanco, profesora investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), comenta que el proyecto surge de la convocatoria emitida por la Dirección de Sustentabilidad, mediante la Red Universitaria para la Sustentabilidad, la cual apoya esfuerzos para el desarrollo sostenible que establezca un canal de comunicación entre las acciones globales y las actividades de cada dependencia, unidad académica o facultad.
Destaca que acorde al Plan de Desarrollo Institucional, estipulado por el rector, C. P. Guillermo Mendoza Cavazos, el proyecto Jardín de Polinizadores integra en las tareas cotidianas de la comunidad universitaria múltiples hábitos, interacciones, prácticas y percepciones que reducen el impacto ambiental y contribuyen a la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La creación del jardín involucró la participación de estudiantes de Ingeniería en Ciencias Ambientales, quienes, junto a la investigadora de la UAT, adaptaron una superficie de aproximadamente 200 m² del campus universitario para la creación de un espacio que ayude a generar un hábitat seguro para polinizadores.
El jardín consta de individuos vegetales arbustivos y herbáceos de especies ornamentales, medicinales y alimenticias cuyas flores atraen de uno a más grupos de polinizadores y los provee de alimento, agua y refugio.
Cabe mencionar que especies polinizadoras como abejas, abejorros, mariposas o colibríes se alimentan de los recursos que ofrecen las flores y al hacerlo ayudan a transportar el polen, facilitando la fecundación cruzada de las plantas, su diversidad genética y generan la polinización.