Cd. Victoria, Tamaulipas.- Al estilo nazifascista querían lavar el cerebro de
adolescentes y jóvenes, meterse “hasta la cocina” con los pobres y “maicear” a
los adultos mayores.
Los panistas crearon un saco a la medida para quedarse en el Gobierno de
Tamaulipas por lo menos los siguientes 30 años: La Ley de Atención al
Bienestar Emocional, convertida en su brazo electoral.
La estructura fue tirada a la basura partir del uno de octubre del año pasado
y, aunque la reglamentación sigue vigente, con Morena no volverán a utilizarse
fondos públicos para campañas políticas como lo hizo el fallido gobierno de
Francisco Javier García.
Desaparecer esa Ley es algo que corresponde a la bancada de Morena en
el Congreso local. Tienen los votos para hacerlo. Una elección de Estado no es
lo que quiere la ciudadanía, sino la libertad para decidir por sus gobernantes.
En época de pre y campañas, miles de despensas llegaron a territorio en
busca de “clientes” para el PAN. Convencieron a los más pobres, municipios
“chiquillos”. Los de mancha urbana se rebelaron, lo que marcó la diferencia
entre triunfo y derrota.
Si con todo el dinero del Gobierno del Estado no pudieron ganar en 2022, el
pronóstico es que en el 24´ quedarán sepultados como partido, a pesar de las
bravatas del ex.
Con seguridad no volverán a ganar los “chicos” como Miquihuana,
Bustamante, Palmillas y Tula. Menos los “grandes” por su número de
habitantes.
En el ámbito popular se maneja la crónica de una derrota anunciada. Para
la madre de todas las batallas se quedaron solos.
Desaparecieron las miles de plazas (mujeres principalmente) para
“promotora adjunta”, por las que se pagaban mil pesillos mensuales; tres mil
varos para las “principales” y hasta llegar a los 15 mil por “enlaces” de sector,
aquellos que pagaron los 500 pesos por voto.
La mente colectiva lo tiene presente. No olvida las trampas azules con tal
de perpetuarse en el poder.
Convirtieron a Bienestar Social en una cueva de mapaches con Arturo Soto
Alemán y Ciro Hernández Arteaga como Subsecretarios, liderados por Patricia
Mireya Saldívar Cano, que al final se distanciaron y pelearon con la jefa
Yahleel Abdala Carmona, derribada también por la voluntad popular.
Entre una y otra campaña el árbitro electoral se quedó corto en sus
“sanciones”: Amonestación privada y pública para ellos. Les faltaron “gemelos”
a las y los consejeros ¿que otra cosa?.
Les alcanzaron a agarrar cola a Ivett Bermea Vázquez, Enrique Rivas
Cuéllar, Yahleel Abdala Carmona, Ciro Hernández Arteaga, Martha Patricia
Palacios, Pilar Gómez Leal, Enrique Liceaga Pineda, Pilar Gómez Leal y otros
que casualmente fueron los que perdieron en las urnas, acusados de actos
anticipados de campaña, uso indebido de recursos públicos y promoción
personalizada.
Se burlaron del INE y el IETAM, en especial Salvador Rosas Quintanilla, el
millonario neolaredense que quiso apropiarse de la candidatura a la alcaldía,
para lo cual invirtió toda una fortuna ¿personal? en despensas, espectaculares
y favores personales.
Hoy, a más de 14 meses de la elección, la historia se repite y desconcierta
que IETAM y TRIELTAM dejen libre y en plena precampaña a un sujeto
conocido en el arte de las “dádivas” políticas: Rigoberto Ramos Ordóñez, de
Reynosa.
Es un estuche de monerías. En años recientes fue el “Santa Claus” de los
sectores populares de aquella frontera: Regaló despensas, comida preparada,
agua en pipas, gel y cloro antibacterial, medicamentos y arreglo de calles, pero
sobre todo se hizo “famoso” por repartir pipas de gas.
Se jactó de rellenar 2,382 tanques de gas en un solo día, 24 de agosto del
2020, y los árbitros maniatados.
Otra vez anda en precampaña. Quiere volver a ser candidato –hace tres
años quiso- a presidente del pueblo, ahora por Movimiento Ciudadano.
No ha ganado una sola elección en las urnas. La diputación le llegó vía
plurinominal y pensó que podría ser alcalde. Los jerarcas de Morena no se lo
permitieron y cambió de piel.
Se presenta como parte de movimiento naranja. Ya dijo que quiere ser
presidente de Reynosa y trae suelta la chequera. Divulga en sus redes el
reparto de despensas con abundantes imágenes.
En 2020 y 2021 lo hizo no solo en la frontera. Se dejo venir a la región
centro cargado con pipas de gas. En Victoria estuvo en la colonia Estrella.
También en Bustamante y Miquihuana.
Apoyó a la panista Pilar Gómez Leal por conducto del entonces diputado
Alberto Lara Bazaldúa, del PAN, y que ahora se viste de guinda para ver si
pega su chicle.
Lara fue priísta y se brincó al PAN. Ahora dice que es Moreno y quiere
volver a ser diputado. Cada mes regala una casa a través del sindicato de
obreros que dirige.
No son pocos los que han cambiado de piel con tal de acomodarse en la
nómina. Son madrugadores y hacen precampaña con abundantes recursos.
Aparte, el Secretario General de Gobierno, Héctor Villegas González,
presidió en esta capital la ceremonia del 217 aniversario del natalicio de Don
Benito Juárez, con la representación del Gobernador Américo Villarreal.