Cierta similitud existe con la fiebre del oro, en California, a mediados del siglo XIX…
Armados con picos y palas, a patín, y otros hasta en burro, una verdadera corte de los milagros de la política, están dirigiendo su mirada hacia el palacio del diecisiete.
Se trata de una caterva de oportunistas y aventureros del poder, que ambicionan a la malagueña el cargo que hoy legitima y democráticamente desempeña el alcalde Eduardo Abraham Gattas Báez.
A todos estos hijos de la coyuntura fantasiosa y enfebrecida, les sale al paso una pregunta que, diluye de golpe sus calenturas por el cabildo capitalino:
¿Dónde estaban cuando armado solo con un pequeño grupo de activistas sociales y mediáticos, el entonces aspirante morenista a la alcaldía victorense, se enfrentó a la devastadora e imponente maquinaria cabecista, capitaneada por la prima Pilar y su pandilla de “hamburguesas parlantes” que venían de traicionar al geñismo?
¿Dónde estaban..?
En su momento, no se les vio por ninguna parte. Y no se hizo notar su presencia, porque los angelitos se treparon a la barda, y desde ahí observaron cómodamente una guerra cruenta, que finalmente, gracias al apoyo popular, le favoreció a Gattas.
Pero eso no terminó ahí, porque en los prolegómenos estatales del 2021, un ensoberbecido cabecismo palaciego, trató de doblar a EGB tal y como antes había puesto de rodillas a Almaraz. Y esta vez no lo logró.
La respuesta fue una campaña en contra del cabildo morenista.
Hubo demandas, atentados contra el alcalde Gattas y su equipo, que culminaron en el escenario extremo de un intento de encarcelarlo, usando la maquinaria punitiva del fiscal carnal, y toda esa caterva de marionetas cabecistas que aun despacha de manera transexenal en nuestro estado.
Quienes crean que Gattas la ha tenido fácil, se equivocan. Pero sus extravíos políticos son todavía más acentuados, cuando vemos que, quieren comerse un platillo que ya está servido y aderezado, en la mesa del poder político victorense.
Sobre este particular, debemos advertir desde ahora que sería un error de estrategia debilitar a Gattas, de cara a un proceso político donde personajes ambiciosos como Almaraz acechan silenciosos desde la cámara baja del Congreso.
Y otra razón de peso medular, es la siguiente: ¿Cómo no darle la oportunidad de un segundo periodo a alguien que se ha fajado como los buenos, en defensa de la causa obradorista. Y de la 4T que lidera en nuestro estado, el gobernador Américo Villareal Anaya?
Gattas se le ha cuadrado al gobernador. Ha seguido su encomienda de transformar a la capital, de la mano de las políticas públicas, diseñadas desde palacio de gobierno.
Finalmente una conclusión: la política es impredecible, y nadie puede dar por definidos capítulos que aun están por escribirse.
En tal sentido, caben todas las hipótesis, desde las más cuerdas , hasta las más absurdas.
1.—Deciden que Gattas no se reelija y postulan a un candidato o candidata morenista en el diecisiete. De entrada ya se está enviando una señal de carnicería interna. Una sangre política que atraerá a los tiburones azules que aun operan en las profundidades de la conjura, vivitos y coleando.
2.—Gattas va por un segundo periodo, y con ello envían mensajes de jugar en equipo, y a favor de la unidad. El resultado de esta opción, sería una predecible victoria electoral, en la cual los azules quedarían políticamente hechos polvo.
3.—¿Cuál podría ser la catapixia política que le interesaría a EG, ya metido en la dinámica de que, se va, pero por la puerta de enfrente, y no por el traspatio.
Si EGB no juega por la alcaldía en 2024, necesariamente tiene que ir en la boleta, por un cargo de elección popular, para que apuntale a la candidata o candidato que postularía MORENA y sus partidos aliados.
Pero si no sucede así, y lo sacrifican políticamente, no es que se vaya a acabar el mundo, pero sí se estaría provocando una sangría política, en el centro del estado.
POSDATA: No sabemos que vaya a suceder, llegado el momento de las nominaciones. Pero lo más prudente es que haya reelección. No conviene enviar señales de golpeteo y de segregación antes de tiempo.