En su sexta gira por Tamaulipas, a lo largo de los primeros ocho meses en que ha gobernado al Estado AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, el Presidente de la República celebró su elección.
“Todo el país estaba en bancarrota, en decadencia; ni siquiera era una crisis. Por eso, lo único era llevar el proceso de transformación; arrancar de raíz la corrupción y eso no les ha gustado a los que antes se sentían dueños de México y son responsables de la tragedia nacional. Deberían estar pidiendo disculpas”, dijo ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y valoró la importancia de tener un gobernador íntegro, honesto, de buenos sentimientos.
Las definiciones y respuestas que los tamaulipecos estaban esperando, como muchos mexicanos, abundaron al paso del PEJE Presdiente, los últimos dos días por la zona conurbada del sur del estado.
Las explicaciones le alcanzaron para soltar una carcajada, cuando aludió a las pretendidas aspiraciones presidenciales del exgobernador, que no celebró, pero le concedió derecho, en hacer campaña.
No dependerá su derrota, de que la oposición asuma complicidades postulando a un delincuente consumado; son muchas más las afrentas contra el pueblo las que imponen para remitirles al basurero de la historia.
“Mirón profesional”, como se confiesa, el Presidente dijo, empezó a notar en los medios de Tamaulipas y a nivel nacional, en las redes, que se hablaba de que Tamaulipas estaba mejor con el pasado gobierno.
Una campaña, al viejo estilo -más atrás de GOEBBELS al que se dio autoría hace un siglo en la Alemania nazi- del periodismo tendencioso: una mentira que se repete 100 veces puede convertirse en verdad.
“Yo le tengo confianza al gobernador y considero que vamos bien”, acotó, contundente, otra vez, el Presidente.
AMÉRICO le agradeció reiteradamente las deferencias y el apoyo, los abrazos que juntos están dando a los ciudadanos, con las políticas públicas aplicadas en materia de seguridad, combate a la corrupción, empleos -bien remunerados-, educación, mejora en las condiciones de vida de la gente.
ANDRÉS MANUEL había dicho que los esfuerzos que se han dado, empiezan a rendir frutos con las renovadas opciones a proyectos de vida que se han dado a las nuevas generaciones.
En Tamaulipas, los 11 mil empleos generados en este tiempo le ubican en la posición onceava en el concierto nacional, con una real recuperación del poder adquisitivo de la clase asalariadal
Algo, de lo que todo mundo es testigo, como en su tiempo, too mundo censuró el maquillado de cifras durante el pasado sexenio.
A la Fiscalía General de Justicia del Estado, fue ayer la diputada y dirigente del PAN en Tampico, NORA GÓMEZ, para denunciar a “quien resulte responsable”, del estampado de su firma falsificada, en denuncias, iniciativas y quién sabe qué tantos documentos operados por el partido y la bancada legislativa.
La diputada, es una mujer de mucha dignidad y respeto, militante de toda la vida, hija de uno de los fundadores del PAN en Tampico y de las primeras en rebelarse a los insultos, groserías y agresiones de la camarilla de cabecistas, empezando por el impresentable Senador ISMAEL, que se apoderaron ilegalmente de la dirigencia estatal del partido.
Por eso primero se desistíó de la demanda, que la bancada azul presentó contra “las sin partido” ante el Tribunal Electoral, incluyéndola, sin consultarla y ahora pide que se investigue y castigue a quienes han estado falsificando su firma.
La impunidad característica del pasado sexenio está en desuso; los rescoldos, polvos de aquellos lodos, que insisten en tales ilegalidades, deberán responder por ellas y quienes pretendan protegerlos, igual andarán el camino del cadalso.
Cínico y cobarde, el dirigente estatal panista, CACHORRO CANTÚ, en la sesión donde la diputada le reclamó el delito, culpó a uno de los empleados, con quien habian mandado los documentos.
Claro que estos no actúan solos; solo obedecen sus órdenes, y las del MOYO coordinador, quienes a su vez siguen bajo la jetatura del exgobernador de triste memoria.
Vecinos, líderes de opinión y representantes de las fuerzas vivas del municipio, acompañaron, en Reynosa, al alcalde CARLOS PEÑA ORTIZ, al banderazo de inicio de las obras de construcción de la presa rompepicos en la mancha urbana.
La monumental obra, resoverá problemas de inundación que históricamente ha sufrido un amplio sector del municipio, desde la refundación de la ciudad, hasta alcanzar a afectar a cerca de 47 mil colonos, que serán los beneficiarios con tales acciones.
La administración de PEÑA, invertirá este año, en que se espera para diciembre haber concluido los trabajos, 130 millones de pesos, en la obra valuada en 480 millones, donde concurren muchos afanes, a convocatoria del jefe edilicio.
«Celebramos la visión, determinación y dedicación de nuestro Alcalde, que han sido fundamentales para hacer posible la construcción de esta Presa Rompepicos; apreciamos su valiosa labor y compromiso», proclamó en el evento, una vecina en nombre de los beneficiarios.
El empresario de los productos y labores de limpieza, JORGE “Tico” GARCÍA, tomó por el lado amable, el reclamo que el representante del PRD ante el Consejo Local Electoral hizo, por lo que llamó una promoción personalizada y actos de campaña anticipada de su parte.
En su entender, lo que él anda promoviendo son su marca y empresa, como siempre lo ha hecho, sin la intención de ganar adeptos o posicionarse de cara a las elecciones del año entrante.
No obstante, hay quien considera que la denuncia de marras puede acercarle más reflectores, y hasta algún partido que quiera postularlo.
No lo dice abiertamente, pero parece que lo que le interesarría sería competir por la alcaldía victorense.
De un tiempo acá, todas las aspiraciones proclamadas parecen rondar las siglas de MORENA y sus aliados, aunque en el caso de los espectaculares del TICO, quien tiene hasta de a dos encimados en una misma cuadra, los colores que predominan son los de la bandera y el azul.
¿No será que el perredista se ande sintiendo excluido en la coalición perfilada para el año entrante con el PRI y el PAN?
Y con tantas cuentas por pagar en la casa chica que se le hizo grande.
Como quiera aquel sigue sin dar color.