+ Los opositores dicen haber declinado por ‘ética, moralidad y congruencia’
+ Quienes siguen en la jugada del ‘frente amplio’ también tienen su historia
+ La constante cometida por ellos, son: el desfalco y enriquecimiento.
La desilusión causada entre los aspirantes a la candidatura presidencial del Frente Amplio por México ha llevado a declinar a cuatro –hasta la víspera–, por no estar de acuerdo con el método y la forma para ‘elegir’ abanderado el 3 de septiembre próximo.
Los cuatro consideran que se trata de una ‘maniobra’ para privilegiar el clientelismo y/o corporativismo. No de un proceso donde el piso sea parejo.
Desde luego, ninguno de ellos tiene la estatura para ser presidenciable porque en su quehacer político-partidista-burocrático se han visto envueltos en escándalos de complicidad, corrupción y abuso de poder, como igual los otros (+/-) doce que amenazan inscribirse el martes próximo acreditando, al menos, 150 mil firmas de apoyo.
Los primeros en declinar fueron:
1) Germán Martínez Cázares, senador del llamado Grupo Plural, quien fuera dirigente nacional del PAN y militante activo de morena; secretario de la Función Pública, durante régimen de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa; y director general del IMSS (nombrado por Andrés Manuel López Obrador).
A través de un video, anunció su decisión, diciendo que con campañas anticipadas se violaría la Ley electoral, habría ‘cargadas’ empresariales y el dinero no sería fiscalizado. “El método que se está construyendo –apuntó–, no es de partidos. Ni es plenamente de ciudadanos. Ni es una encuesta. Ni es una elección abierta a todas y a todos los ciudadanos. Y yo no me voy a echar en manos de ‘cargadas’ empresariales, de sindicatos con dueño o de padroneros partidistas. Y además no voy a violar la ley para obtener ningún cargo público”.
2) Mauricio Vila Dosal, el gobernador de Yucatán de extracción panista quien fuera diputado local y presidente municipal de Mérida; empresario del sector restaurantero; aliado de los ex gobernadores de Quintana Roo: Félix González Canto y Roberto Borge Angulo (actualmente preso).
En carta pública dirigida al pueblo yucateco, dijo: “Después de un largo proceso de reflexión, he decidido no participar en el proceso de elección de candidato para la Presidencia de México por mi partido, el PAN”, aunque él mismo se destapó a inicios del año en curso. Argumentó que la dimisión es porque su actual responsabilidad le exige permanecer en el cargo, hasta el final de su mandato. Y que esta alianza necesita y merece una candidata o candidato de tiempo completo para llevar a buen puerto los requerimientos del país.
3) María Lilly del Carmen Téllez García, senadora del PAN (desde el 3 de junio de 2020), luego de transitar casi dos meses sin partido, tras dimitir al grupo parlamentario de morena el 20 de abril ‘por diferencias de criterio’, mordiéndole la mano a sus promotores AMLO y Alfonso Durazo Montaño.
Según adujo, declinó participar en el proceso interno del Frente Amplio por México para elegir candidato presidencial de la oposición, al considerar que el método carece de claridad, certidumbre, y además va de la mano de de oligarcas del viejo régimen. En un video (compartido en redes sociales), criticó el proceso que construye la alianza PAN-PRI-PRD, refiriendo que la ciudadanía no tomará la decisión auténtica sino un ‘clientelismo partidista o corporativo’. “Es decir, quienes tengan la capacidad de movilizar a la gente para obtener el apoyo que exige el primer filtro para contender”.
4) Claudia Ruiz Massieu Salinas, senadora del PRI. Sobrina de Carlos Salinas de Gortari, e hija del ultimado José Francisco Ruiz Massieu. Ocupó la dirigencia nacional del tricolor; fue secretaria de Turismo a nivel federal y de Relaciones Exteriores; exdiputada federal.
Al declinar, comentó que decidió no registrarse al proceso porque “hay aspectos del método que no comparto”, aunque dice respetarlo, “como otro esfuerzo por darle alternancia a México (en el 2024). Con los principios y la congruencia que me caracterizan”. Y que, si ha criticado y señalado que los aspirantes oficialistas violan la ley, con actos de campaña, “no puedo hacer lo mismo; si promoví que la ciudadanía pudiera participar activamente en la selección del candidato, no puedo estar conforme con un padrón acotado que excluya la mayoría ciudadana”.
¿Qué les parece tanta verborrea?
Lo cierto es que los cuatro –que renunciaron a participar en el proceso amañado o no del llamado Frente Amplio por México–, muestran su lengua larga, cuando tienen la cola todavía más larga.
Pero se quieren curar en salud.
¿Ante quién?
Las nomenclaturas de sus partidos, no les creen. Como ellos tampoco confían en sus dirigentes. Ni cuentan con el apoyo, unos y otros, de los 21 millones 899 mil 973 ciudadanos que votaron por los candidatos del PAN y PRI en 2018 (Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña).
Y menos ahora, cuando morena ha capitalizado el descontento de sus cuadros, como lo prueba el hecho de ostentar 21 gubernaturas (más 2, por su alianza con el PES y el PVEM); el control de 21 congresos locales y 200 curules federales en la cámara baja (más 74, por su alianza con el PVEM y el PT); 59 escaños del Senado de la República (más 15 de sus aliados PT, PVEM y PES); y la mayoría de los ayuntamientos.
El resto
Quienes terquean en conseguir las 150 mil firmas de apoyo que les permita inscribirse al proceso del Frente Amplio por México, son una caterva que la opinión pública mira con desconfianza, merced a sus escándalos políticos y complicidades para enriquecerse con el erario.
Son, en estricto orden partidista y alfabético, por su nombre de pila,
Los priistas
+ Alejandro Ismael Murat Hinojosa, ex gobernador de Oaxaca y ex diputado federal; acusado de corrupción en la asignación de contratos y obras públicas. Dos de sus excolaboradores están presos, pero él se ‘lava’ las manos y con amparo en mano burla a la ley.
+ Beatriz Elena Paredes Rangel, exdiputada federal, exdirigente del membrete tricolor, exgobernadora de Tlaxcala, exembajadora en Brasil y ex dirigente de la CNC; actualmente es senadora y fue acusada de recibir sobornos de César Duarte Jaques (preso en Florida).
+ Enrique Octavio de la Madrid Cordero, es hijo de Miguel de la Madrid Hurtado; fue diputado federal, secretario de Turismo –en el sexenio de Enrique Peña Nieto–, exdirector del Bancomext y de Financiera Rural, llevándola a la quiebra; involucrado en el caso Fertinal.
+ Ildefonso Guajardo Villarreal, diputado federal, exsecretario de Economía con Enrique Peña Nieto; el 9 de julio de 2021 la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que obtuvo la vinculación a proceso, por su probable responsabilidad en el delito de enriquecimiento ilícito; el origen de su riqueza no ha podido probarlo.
+ José Ángel Gurría Treviño, exdirector de Bancomext y Nafinsa; exsecretario de Relaciones Exteriores, y de Hacienda y Crédito Público, en el régimen de Ernesto Zedillo Ponce de León; siendo secretario general de la OCDE, fue acusado de chantaje, ‘manipulando las estadísticas’ para que España figurara como uno de los países que más pruebas realizaron para detectar el Covid-19, a cambio España lo apoyaría en su reelección.
Albicelestes
+ Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, senadora; Vicente Fox Quesada la nombró titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas; fue candidata al gobierno de Hidalgo, y jefa delegacional en la CdMx; fue acusada de secuestro por Gerardo García Luna, durante el mandato presidencial de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
+ Francisco Javier García Cabeza de Vaca, exgobernador de Tamaulipas, exsenador, exdiputado federal y local, exalcalde de Reynosa. Se le acusa de varios delitos como delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, cohecho y peculado; está refugiado en los Estados Unidos por temor a ser aprehendido en México.
+ Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, diputado federal; en 2012 fue candidato presidencial del Partido Nueva Alianza (Panal), propiedad de Elba Esther Gordillo Morales, obteniendo apenas 1 millón 146 mil 85 votos; en la Universidad Iberoamericana lo acusaron de violencia sexual, en 2020.
+ Juan Carlos Romero Hicks, diputado federal; fue rector de la Universidad de Guanajuato y gobernador del mismo estado; exdirector del Conacyt y senador; en 2017 quiso ser candidato presidencial; en Facebook le han espetado: ‘Qué irónico es su actuar, hace mención de los derechos humanos, que usted y los PANdilleros han pisoteado para su conveniencia, en Guanajuato” (y ofrecen ejemplos).
+ Santiago Creel Miranda, diputado federal; fue legislador de la Asamblea Constituyente de la CdMx; exsenador y exsecretario de Gobernación durante el régimen de Vicente Fox Quesada; excandidato a la jefatura de Gobierno de la CdMx y precandidato presidencial (en dos ocasiones anteriores). La UIF, el SAT y la FGR lo investigan por armar una red financiera de factureras.
Prospectos del PRD
+ Miguel Ángel Mancera Espinosa, senador, exjefe de Gobierno de la Ciudad de México; exprocurador General de Justicia del entonces DF; él y distintos funcionarios de su gabinete han sido indiciados, sancionados o permanecen prófugos. En 2020 fue inhabilitado para ocupar un cargo público en la capital mexicana, por un año, por irregularidades en 2018; se le acusa de desfalcar mil 588 millones de pesos.
+ Silvano Aureoles Conejo, expresidente municipal de Zitácuaro (Michoacán), exsenador, exdiputado federal y exgobernador de Michoacán; el actual mandatario de la entidad dice que “tendrá que aclarar las cuentas pendientes que dejó en su estado por la friolera de más de 12 mil millones de pesos”. Los procesos legales por desfalcos en contra del exgobernador están abiertos y vigentes.
Independiente
+ Gustavo Adolfo de Hoyos Walther (empresario), ex presidente de la Coparmex; al destaparse, mediante un video, comentó: “Los mexicanos ya estamos hasta la madre de los políticos. ¿Qué pasaría si uno de nosotros, alguien que no está podrido por el poder, se levanta para tomar las riendas de este país? Hoy lo digo claro y directo: Quiero encabezar este esfuerzo”.
¡Vaya, fichitas!
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