Con el arribo del MVZ Dámaso Anaya Alvarado a la rectoría de la UAT se renueva el compromiso de la institución como generadora de profesionistas de una alta calidad educativa y con un alto sentido social, donde la prioridad será su identidad con las demandas de su entorno, con conciencia colaborativa que estará plasmada en actividades de vinculación con la comunidad a la que se debe.
Aún están frescas las expresiones pronunciadas por Anaya Alvarado hace 40 días cuando rindió protesta como rector interino, y que este viernes 9 de febrero al asumir el mando de la máxima Casa de Estudios de Tamaulipas para el cuatrienio 2024-2028, le abren el espacio de oportunidad para llevarlas a fiel cumplimiento. Aquí un fragmento de lo expresado en esa ocasión.
“La UAT debe renovar su compromiso con la formación profesional con un alto sentido social y una alta calidad educativa, priorizando que nuestros egresados se forjen en la motivación hacia la participación social”. “Para ello el reto es crear un modelo de acercamiento del quehacer universitario a la sociedad, promoviendo el fortalecimiento de una universidad humanista”.
La gestión del rector Anaya Alvarado será una administración abierta, donde “los derechos fluirán en un marco democrático y transparente y estará presente la participación de toda la comunidad universitaria y la sociedad tamaulipeca”.
El que inicia, será un rectorado con compromiso de trabajar con la comunidad universitaria, para diagnosticar y explorar propuestas y oportunidades en la construcción de un plan de acción que sume voluntades e ideas de todos los universitarios.
Sin duda el proceso de elección que acaban de celebrar los universitarios, al darse en un marco democrático, dará como fruto la unidad participativa y sumará esfuerzos en la transformación y la excelencia académica de la institución.
Esas son las condiciones que enmarcan el despegue del cuatrienio rectoral, que se acaba de inaugurar bajo los mejores pronósticos. ¡Adelante rector Dámaso Anaya! la historia lo espera con un capítulo en blanco para que plasme usted en él, el mejor de sus esfuerzos.
EL CONTROVERTIDO ASCANIO, DE QUE SE VA, SE VA.- El ingeniero Jorge Espino Ascanio jugó un papel controvertido a lo largo de los 7 años que duró su desempeño como Auditor Superior del Estado (ASE), y ahora defiende con uñas y dientes su permanencia en ese puesto durante un año más, basándose en las reformas a la Constitución que impulsó la administración estatal pasada, para dejarlo como defensor de los intereses del grupo “cabecista”.
De acuerdo a los elementos normativos, de que Ascanio se va, se va, pero mientras tanto están escribiendo una historia que ya parece telenovela y que puede estar sujeta a episodios fuera de los protocolos oficiales de una entrega recepción tersa o cuando menos rutinaria.
La circunstancia es que un Tribunal Colegiado dictó que la parte saliente debía hacer entrega de la ASE, y todo lo que conlleva a partir del este viernes 9 de febrero en que concluye su encargo, pero…en acato a las reformas antes referidas, el periodo de 7 años fue ampliado a 8 años, de ahí que se aferre a un año más de gestión.
El ingeniero mecánico metido a auditor, tuvo que desempeñar un papel “incómodo” como defensor o protector de los intereses del equipo de colaboradores del gobernador FGCV, a lo largo de siete años, él rindió protesta el 9 de febrero de 2017 y a partir de ahí tuvo la tarea de proteger los intereses del grupo que estaba instalado en el poder desde octubre de 2016.
Es muy penoso para Espino Ascanio aferrarse a un puesto que por simple decoro debiera entregar, seguramente que no lo mueve el interés de permanecer en la nómina con los privilegios que le acompañan, y de los que ya disfrutó en los últimos años, pero tiene que cumplir con su jefe y amigo.
Todo es cuestión aguantar, de seguir poniendo la “cara dura” que lo ha caracterizado en los últimos 7 años, y afrontar en franca rebeldía lo que el Tribunal Colegiado dictó como resolución que es entregar las oficinas y documentación correspondiente al auditor interno nombrado por el Congreso del Estado como mandata la ley.
En resumen el saliente no entregó como debiera, el entrante tuvo que tomar posesión de las oficinas sin la presencia de su antecesor. Y todavía hay un juicio que se estará desarrollando en los tribunales y que por cuestiones obvias será favorable a la nueva administración, pero mientras tanto hay que seguir un curso de tramitología que debiera ser innecesario.
Y en esas circunstancias uno no puede dejar de preguntarse qué tanto hay que ocultar o defender del pasado reciente. Porque cada administración entrante debe tener plena conciencia que la cuenta regresiva comienza desde el primer día, y no hay aplazamiento.