+ ‘Prueba de fuego para morena’ son las elecciones en EdoMex y Coahuila
+ López Obrador destacó, en el sur de Tamaulipas, al gobierno de Américo
+ Se multiplican los aspirantes a la candidatura guinda para alcaldía de CV
Acusa el presidente de México a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de fraguar un Golpe de Estado ‘técnico’, porque el juzgado Primero de Distrito en Yucatán otorgó una suspensión definitiva (léase amparo) a la comunidad indígena para frenar la destrucción de la selva en varios tramos de la ruta del Tren Maya, donde árboles ciricotes, ceibas, cedros, palmas y maculix, entre otros, son parte de su paraíso.
Este amparo se suma a los concedidos en 2022, en Quintana Roo, por iguales motivos, luego de que militares llegaran a Playa del Carmen y otros municipios a destruir bosques considerados patrimonio de la humanidad, e, incluso, arboledas particulares.
La resolución más reciente de la Corte disgustó tanto a Andrés Manuel López Obrador que en ‘la mañanera’ del lunes 29 de mayo próximo pasado declaró:
“No pueden cancelar obras en beneficio del pueblo porque de acuerdo a la Constitución, tenemos, nosotros, el derecho a hacer obras en beneficio del pueblo. Una cosa es que violen la Constitución cobrando esos ministros más de lo que cobra el presidente, y otra es querer dar un Golpe de Estado neutralizando al Poder Ejecutivo. O sea, que ya no ejecutemos nada. Esto es cancelar un poder. Eso sería un Golpe de Estado técnico”.
¡Vaya, imputación!
Empero, considero que se trata de un nuevo desliz presidencial, pues, hasta donde he investigado, no existe este término como tal para evitar los caprichos del jefe del Poder Ejecutivo federal.
Un Golpe de Estado, para la Real Academia Española (RAE), significa la destitución repentina y sustitución por la fuerza u otros medios (siempre) inconstitucionales de quien ostenta el poder político, o el desmantelamiento de las instituciones constitucionales sin seguir el procedimiento establecido
En cuanto a su clasificación, existen:
+ Golpe de Estado ‘militar’: es decir, con la participación de las fuerzas armadas;
+ Golpe de Estado ‘institucional’: cuando el Poder Ejecutivo invade las facultades de otros poderes o no respeta las normas constitucionales; y
+ Golpe de Estado ‘blando’: cuando participan los agentes extranjeros mediante acciones para desestabilizar económicamente al país, y deponer al gobierno.
Ese Golpe de Estado ‘técnico’ –que acusa el tabasqueño en su reyerta contra el Poder Judicial–, por tanto, adolece de un significado específico.
Pero el presidente lo interpreta como una estrategia judicial para frenar sus proyectos sexenales, o ‘maniatarlo’, con la anulación de sus proyectos.
Considerando lo anterior, en realidad lo que aflora el tabasqueño sigue siendo parte de su riña con el Poder Judicial, porque éste ha evitado:
+ La militarización del país, al dictaminar que la comandancia de la GN (Guardia Nacional) la ostente un castrense, por ser responsabilidad civil;
+ La reforma electoral que aniquilaría el INE y partidos políticos porque estaba encaminada a retirarles financiamiento, aunque en el primer caso el proyecto presidencial era hasta cambiarle de nombre; y
+ Su propuesta de ‘Proyectos y obras del gobierno de México’, cuando menos.
Al respecto, eruditos en Derecho –como Juan Jesús Garza Onofre, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, han comentado y documentado que el término ‘Golpe de Estado técnico’ no existe.
Que es una invención del presidente en su desesperación por aniquilar al Poder Judicial porque éste no secunda sus acciones inconstitucionales y (él) abusa de su popularidad para victimizarse, como parte de su estrategia de con relación al proceso electoral del año próximo.
En la suspensión definitiva que crispó al tabasqueño, por cierto, nada tuvieron qué ver los ministros de la SCJN, pues fue decisión de un juez de Distrito.
De cualquier manera, el mentado ‘Peje’ culpa de sus tropiezos a todo el Consejo de la Judicatura Federal.
Prueba de fuego
La elección de gobernador en el Estado de México y Coahuila, a morena le representa una auténtica prueba de fuego para su proyecto del 2024, pues, obviamente, los resultados exhibirían hasta dónde ha crecido o descendido el posicionamiento de la cuarta transformación, allá en el centro y acá en el noreste del país.
Ciertamente, hay diferencias cualitativas y/o cuantitativas entre ambas entidades –por el desarrollo económico de cada una y la cantidad de votos que representan–, según los estrategas del membrete guinda, pero eso no le resta importancia a ninguna porque las dos forman parte de la República Mexicana y tienen la misma importancia que todos los estados federados.
De ahí que al cuarto para las doce el dirigente morenista, Mario Martín Delgado Carrillo, buscara desesperadamente ‘la declinación’ de candidatos opositores a Movimiento Regeneración Nacional, para sumarse a los de su patrón (López Obrador), aún cuando las boletas ya están impresas.
En la entidad mexiquense –ésta representa el mayor número de votos a nivel nacional, con un porcentaje superior al 15%–, su candidata, Delfina Gómez Álvarez, según encuestas llega a la jornada comicial prácticamente empatada con Paulina Alejandra del Moral Vela (abanderada por la alianza PRI-PAN-PRD-Panal–, lo cual significa que ¡habría comicios de pronóstico reservado!
Actualmente, esa entidad es gobernada por el priista Alfredo del Mazo Maza –hijo de Alfredo del Mazo González, quien también fue gobernador y aspirante a la Presidencia de la República–, y, desde 1937 (hace 86 años) no ha registrado alternancia en el poder ejecutivo estatal.
Alejandra va por una coalición, cierto, pero su identidad es priista.
Delfina, por su parte, militó en Movimiento Ciudadano (MC) y ahora es parte de la clase política lópezobradorista. Fue alcaldesa en Texcoco –por el membrete naranja–, diputada federal, senadora, candidata al gobierno y secretaria (federal) de Educación Pública.
El caso de Coahuila –otro bastión tricolor–, a morena le significa fuerte problema pues (su candidato) Santana Armando Guadiana Tijerina, poco le aporta a la mentada 4T aún y cuando los dirigentes nacionales del PT y del PVEM (Alberto Anaya Gutiérrez y Karen Castrejón Trujillo respectivamente) hayan vendido, de última hora a Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja y Evaristo Lenin Pérez (sus ‘candidatos’ que aparecerán en las boletas) obligados por Mario Martín Delgado Carrillo (el ‘mandamás’ de morena), quizás a cambio de candidaturas al Senado y la Cámara baja en el proceso del 2024.
Esto, sin embargo, no le quita el sueño a Manolo Jiménez Salinas, por encabezar todas las encuestas que lo colocan por lo menos 2 a 1 sobre su contrincante guinda.
En la entidad del noreste, desde 1933 no ha habido siquiera asomo de alternancia (hablamos de nueve décadas) y. según observo, por resultados de las encuestas más recientes, difícilmente la habrá este día.
En fin, no hay que adelantar vísperas. Pero de que luce complicado el escenario para morena, claro que sí.
Gira presidencial
En su sexta gira de trabajo realizada en Tamaulipas en los ocho meses del actual régimen gubernamental, Andrés Manuel López Obrador nuevamente felicitó a población por elegir gobernador a Américo Villarreal Anaya, “quien es un hombre honesto y de buenos sentimientos”, dijo, remarcando que ya hacía falta un buen mandatario estatal.
Recordó el presidente que la entidad padeció malos gobiernos durante años, imperando la corrupción política que llevó al estado a la desigualdad, pobreza y violencia.
Le faltó decir que también imperaba la persecución de los adversarios, la impunidad y el saqueo, durante esos malos gobiernos que hundieron a la entidad en la decadencia. Sobre todo, durante el reciente sexenio panista.
Se firmó un convenio (entre los dos niveles de gobierno) para que esta entidad forme parte del programa de salud IMSS-Bienestar; y el mandatario estatal presentó un informe en materia de seguridad, destacando que se ha reducido en un 11.2 por ciento la incidencia delictiva, gracias al apoyo de la Guardia Nacional y la creación de la Guardia Estatal.
Andrés Manuel, por cierto, no pudo contener una sonrisa al mencionar que el exgobernador fugitivo ambiciona ser candidato presidencial.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Caminante no hay camino
La presidenta de la Junta de Coordinación Política de la LXV legislatura del Congreso estatal, Úrsula Patricia Salazar Mojica, podría ser sustituida pues no ha podido aglutinar a los diputados inconformes del PAN para, junto con los legisladores priistas y el de MC, alcanzar la mayoría calificada que hace falta para aprobar reformas constitucionales.
Su insensibilidad política ha ocasionado inclusive, diferencias entre los mismos diputados de morena, entorpeciendo (ella) acuerdos sustantivos en aras de garantizar la gobernabilidad del Poder Legislativo.
Dicen los bien enterados que sus días están contados y que la Fiscalía General de Justicia le prepara un proceso penal que habrá de ejecutarse al perder el fuero en 2024.
Mientras tanto, el Congreso sigue dando espectáculos deplorables.
Se hace camino al andar
Sé, de buena fuente, que el alcalde Eduardo Abraham Gattás Báez meterá el acelerador a sus acciones de gobierno en los días por venir, para que los servicios públicos sean más eficientes y eficaces en Victoria.
Bien por él, pues trabajo mata grilla.
Y así lo advierto porque en la palestra han aparecido varios aspirantes a sucederlo, promovidos por texto servidores, como José Braña Mojica y su homólogo legislativo Juan Vital Román Martínez, el ‘Tico’ García y hasta la dirigente estatal de morena, Yuriria Iturbe Vázquez y el secretario de Salud (Vicente Joel Hernández Navarro).
Cicuta
El auditor superior del estado, Jorge Espino Ascanio, quiso atemorizar a los periodistas que (en el Congreso) le preguntaron ¿por qué no ha actuado en contra de exservidores públicos señalados de corruptos?
Como respuesta, dijo ‘tener nombres y pruebas de comunicadores que cobran sin trabajar en el gobierno’.
¿Acaso se refirió a su parentela que, ostentándose como periodistas al erario sangran sustancialmente?