Si el próximo lunes doce de junio, Marcelo Ebrard le presenta su renuncia al Presidente AMLO en la cancillería, ¿a que le está tirando el carnal de Relaciones Exteriores? A.-Se mantiene en MORENA y desde ahí le pelea la interna a Claudia Sheinbaum? o B.- está decidido a ser el candidato presidencial de algún partido o coalición opositor a la marca guinda.
¿Y el factor Monreal? ¿Habrá alianza entre estos dos personajes desplazados por la dinámica de una tendencia nacional morenista que tiene como líder de la carrera presidencial a la actual jefa de gobierno de la CDMX?
Al respecto, vale la pena considerar las recientes declaraciones de la agrupación de partidos Va por México, mismos que este domingo cinco de junio, emitieron una declaración, donde les cierran las puertas a Ebrard o a Monreal.
Las advertencias de Marko Cortés en el sentido de que AMLO les envíe un candidato para terminarlos de dividir, no se darán en Va por México. Pero existen muchísimas posibilidades de que sí se cumplan en el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, un partido que acaba de anunciar que no se sumará a la Coalición del PAN-PRI y PRD.
Lo anterior coincide con un reciente video, en el cual Marcelo Ebrard envía un mensaje relacionado con su propuesta a la candidatura presidencial morenista 2024, pero subliminalmente el fondo de su presentación es en color naranja.
El pasado 27 de marzo de este año, Dante Delgado descartó a dos de sus cartas presidenciables, el gobernador neolones Samuel García y el alcalde regiomontano Luis Donaldo Colosio. En cambio abrió la posibilidad para el mandatario jaliciense Enrique Alfaro.
Recientemente el habilidoso exgobernador veracruzano y líder nacional de la marca naranja, adelantó algo que, apunta hacia una posible candidatura presidencial, que… ¿sería para Ebrard?
Cuando le preguntaron quien sería el candidato del MC a la presidencia de la república, DDR dijo: “No se trata de nombres, sino de proyectos y nosotros vamos a construir un proyecto que va a aglomerar a toda la oposición, y así vamos a ganar la Presidencia”.
Pareciera que la mesa color naranja está servida para la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard. Y sin embargo, aparece aquí de nuevo la estrategia del político más experimentado del último siglo en México, el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Acaso, no será una jugada más del ajedrez de Palacio Nacional, el hecho de que Marcelo Ebrard vaya por el Movimiento Ciudadano, con lo cual la oposición se fragmenta, pero al mismo tiempo, una de las corcholatas obradoristas juega un papel de Caballo de Troya ante los adversarios?
Imaginemos un escenario de tres candidaturas presidenciales para 2024: Claudia Sheinbaum por MORENA y todo el peso de la maquinaria guinda de 23 gubernaturas, (incluyendo a Gallardo de San Luis Potosí), contra un Marcelo Ebrard que contaría con dos estados Jalisco y Nuevo León, aunque se habla de diferencias de Colosio con el patriarca jarocho del MC. Y un menguado candidato o candidata de la Coalición PAN-PRI-PRD, que no se ve por donde podría salir. Todos ellos lucen muy frágiles y desprestigiados.
La coalición PAN-PRI y PRD en esta elección del 2024, podrían irse al tercer lugar de las preferencias electorales. Hacia allá apuntan las tendencias del voto en el país.
Si usted me pregunta si el Movimiento Ciudadano es anti obradorista, le diría que lo dudo mucho. Y que a pesar de las recientes declaraciones de Dante contra el presidente AMLO, más bien suenan a que tratan de taparle el ojo al macho.
Y una prueba de esto es que en sus mañaneras, el Presidente no toca a los naranjas. Y toda su estrategia electoral del 2024, se las dedica a los de la coalición PAN-PRI-PRD.
Si las formas que estamos viendo los mexicanos en el tablero que antecede a la elección presidencial , son fondo, entonces podemos concederle muchas posibilidades a la teoría de una pelea por el poder, de antemano garantizada a favor de MORENA y su candidata Claudia Sheinbaum.
¿AMLO acaba de diseñar a la perfección el escenario de lo que será una pelea concertada por el poder? Eso no lo sabemos.
Pero lo que sí es verdad es que, la oposición llegará al 2024 dividida. Y que una de las dos corcholatas finalistas podría jugar desde los colores opositores.
¿Será Ebrard esa media naranja que AMLO está jugando en la estrategia electoral 2024..?
Ya lo veremos.