El desmadejamiento de un cielo de concreto en una iglesia católica de Madero, generó el fenómeno sociológico de la hermandad y la solidaridad colectiva.
Este concepto que en la era reciente, ha sido reactivado bajo enfoques modernos como la bioética, contempla planteamientos de solidaridad interpersonal y comunitaria.
En este caso específico hablamos de la vida misma y la salud de familias tamaulipecas que en su momento recibieron un apoyo espontaneo e invaluable por parte de cientos de ciudadanos. Sin ser doctos en temas de carácter moral o ético, los maderenses se volcaron en la ayuda de sus semejantes.
Fue en ese espacio lleno de escombros…y de lágrimas, de dolor personal y sentimientos de tristeza, que se dio la convergencia del gobierno y de sus gobernados. Y aquí no importaron colores ni tampoco siglas. Simplemente fue una fuerza unísona y cohesionada por el deseo de ayudar y de rescatar a los niños, mujeres y hombres sepultados por el derrumbe.
Hoy, cuando la rápida combustión de los hechos ha transcurrido, podemos profundizar en la reflexión acerca de ese mar de emociones y sentimientos que envolvieron al tumulto externo a la tragedia.
Hablamos de seres que pertenecen al anonimato y que nunca pidieron algo a cambio, en su iniciativa de apoyar, con sus tareas físicas, con herramientas, con equipo de rescate.
Por su parte, la participación de los funcionarios del gobierno, no incurrió en desplantes de protagonismo, sino que se integraron de manera modesta, pero valiosa a la dinámica de la sociedad civil. Ambos bandos, se fundieron en un solo haz de voluntades, aportando de manera valiosa sus capacidades, sus talentos y sus recursos.
Sabemos que, las pérdidas humanas jamás se recuperarán. Sabemos que atrás de ese desplome del funesto mortero, existe otro aun más largo, como es el derrumbe anímico de los seres que sufrieron la pérdida de sus familiares. Pero en medio de la tragedia, quiero detenerme y llamar la atención sobre un insumo invisible que muchos hasta ahora hemos pasado por alto.
La tragedia nos unió aun más como seres humanos y como tamaulipecos. Lo que ahí se vivió como respuesta al derrumbe de la iglesia, fue una granítica unidad social y de políticas públicas, que nos identificaron ante el país y ante el mundo como una sola voz, y un solo impulso organizados.
Desde estas líneas, gracias a la comunidad de la zona conurbada, gracias a quienes desde otras partes del país aportaron equipos y recursos, de manera solidaria. Gracias a un gobierno humanista como el del doctor Villarreal Anaya, que sin protagonismos de ninguna especie, arropó y canalizó a los sobrevivientes y a los deudos de los fallecidos.
Dejamos para el final, una frase pronunciada por Américo, ante las víctimas del derrumbe y sus familias. Ante la comunidad tamaulipeca consternada por estos hechos. Una frase que refleja lo que ahí ocurrió, este triste domingo sureño y tamaulipeco:
—–Los abrazo con el alma!
——-VIAJA EL GOBERNADOR A LA CDMX. MAÑANA EN REYNOSA EN TEMAS DE SEGURIDAD–
Trasciende que el mandatario tamaulipeco Américo Villarreal Anaya viajó este martes a la capital del país, para atender asuntos relacionados con el desarrollo de nuestro estado. El miércoles, AVA presidirá una reunión de seguridad del noreste del país.
Participará además en las mesas de Paz social. Porque el ritmo de los avances sociales y económicos sigue inalterable.
——-ENTREGA CARMEN LILIA CANTUROSAS NUEVAS OBRAS AL PUEBLO DE NUEVO LAREDO-
La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal entregó diversas obras de infraestructura y de servicios en beneficio de los sectores más vulnerables de ese municipio.
Entre otras, la rehabilitación de una cancha de futbol en la colonia Las Torres. Así como la rehabilitación de techumbre, explanada y teatro en el jardpin de niños Nuevo Laredo. Se entregaron además dos subestaciones eléctricas en las colonias “Los Fresnos” y “Benito Juárez”.
Aunado a estas actividades, el ayuntamiento que preside Carmen Lilia, está promoviendo la participación de los jóvenes a través de lo que se denomina El Cabildo Juvenil 2023, desde el cual los chavos neolaredenses impulsan y promueven el progreso de su municipio.
El Director del Instituto Municipal Para el Desarrollo de la Juventud IMJUVE, Jesús Espinoza Hernández dijo que se vive un momento histórico en la ciudad, porque por primera vez, se les está dando una real y valiosa participación a los jóvenes.