Dicen por ahí que a raíz del “memazo” uateño, (considerado como un golpe seco y contundente al más grande reducto de la nómina cabecista en Tamaulipas), donde también ya ponen sus barbas a remojar, es en la Auditoria Superior cuyo titular Jorge Espino Ascanio, perteneciente al sexenio texano, podría salir antes de que concluya el presente año.
Para quienes están bien enterados, no pasa 2023 sin que se de la segunda renuncia de considerable peso, todo ello en función de ir depurando las instituciones invadidas por personajes del pasado inmediato. Funcionarios que están reprobados, y son incapaces de pasar el filtro de ética, lealtad y capacidad, para desempeñar sus cargos.
El pasado seis de octubre de 2021, el controversial titular de la Auditoria Superior del Estado, se negó a renunciar a su puesto, y argumentó que su periodo vence hasta el nueve de febrero de 2024. Sin embargo, fuentes fidedignas de palacio de Gobierno mencionan que, la cuenta regresiva de Espino Ascanio empieza a correr ya este viernes primero de diciembre.
Ascanio quien llegó al cargo que desempeña, desde febrero de 2017, ha advertido que incluso puede reelegirse por ocho años más. Sin embargo, al parecer en la primera esquina de Palacio, tienen otros datos, y trasciende que ya se prepara su salida.
En su momento Espino procedió a aprobar las cuentas de exalcaldes cabecistas, acusados de galopante opacidad y corruptelas. Entre ellas las del exalcalde victorense, Xicoténcatl González Uresti, y muchas más, ligadas al escandaloso sexenio azul que culminó en el 2022.
JEA, se ha mostrado retador hacia la 4T tamaulipeca, incluso ha llegado a decir que para que lo remuevan de su actual función, se requieren cargos graves. Y que se comprueben sus irregularidades ante la ley.
Sin embargo, lo mismo se la pasó diciendo el contador público, Guillermo Mendoza Cavazos, mismo que hoy ya ha quedado fuera de la UAT, y todavía falta que salgan a la luz sus corruptelas. De igual manera muy probablemente, sean exhibidos sus trapitos al sol, como mecenas de grupos de operadores cabecistas.
Por ahora la soga política y administrativa, parece estar en la parcela de la Auditoria Superior del estado. La mano justiciera de la Cuarta Transformación, está decidida a sanear y a limpiar de víboras prietas y tepocatas del PRIAN a las instituciones estatales.
En Palacio de Gobierno ya le han puesto plazo a la salida de Espino Ascanio.
De que se va..se va, aseveran los que traen toda la película de este tema.
¿Estaremos ante la próxima jugada maestra de la 4T tamaulipeca, para dar un segundo zarpazo en el ajedrez del poder, y seguir debilitando los enclaves cabecistas.
El tiempo lo dirá.
———ALMARAZ PREPARA SU CANDIDATURA. GEÑO LO ESPERA PARA DENUNCIAR SU TRAICIÓN—
Se sabe que uno de los factores a los que más le teme el panista adoptado Oscar Almaraz Smer, es enfrentarse al juicio devastador de su exjefe político, Eugenio Hernández Flores, hombre de buena alma que lo arropó y le dio a ganar mucho dinero, cuando Oscar solo tenía un puesto de hamburguesas donde un día no vendía y el otro tampoco.
Quienes vivieron de cerca el sexenio geñista, saben que Oscar se papeó, como coloquialmente se dice, y de esa gestión estatal, salió con una gran residencia multimillonaria, edificada por uno de los más renombrados arquitectos del país, y publicada en una revista nacional, entre las de mayor glamour, en materia de diseño y alta tecnología.
Ante esta situación, en la cual Almaraz es el más predecible como perdedor, es muy probable que se avecine un choque entre el empresario gastronómico y actual diputado federal, y el exmandatario estatal Eugenio Hernández.
Seguramente, Geño tiene muchas cosas que decir, y que revelar de su ex colaborador sexenal, un personaje sin escrúpulos morales, convertido hoy por hoy, en el aliado victorense más declarado de Francisco García Cabeza de Vaca, el hombre que le arrebató seis años de libertad a Hernández Flores.
Hoy, el escenario político, y el destino, vuelve a reunir a Geño y a Oscar en Victoria. Pero esta vez, no forman parte del mismo equipo. Hay una traición de por medio. Y seguramente que Geño no está dispuesto a que Almaraz se apodere de Victoria, porque eso significaría el regreso de Cabeza de Vaca.
Hoy Eugenio se pasea libremente y goza de la amistad del pueblo, de sus amigos y conocidos. Pero, ¿imagínese, con Almaraz en el 17…? Volvería Geño a tomarse fotos y a pasear a sabiendas de que el Judas Almaraz gobierna la capital..?
Ese es el quid del asunto.