Todos los vimos nacer políticamente. Luego los miramos recorrer esta geografía irregular de valles, litorales y cordilleras, cabalgando o en cuatrimoto, desafiando territorios de cacicazgos agrestes y sus rancias nomenclaturas prianistas, enquistadas en ínsulas locales.
Impulsados por su vocación de servir, y no de servirse, los identificamos como un puñado de jóvenes con su propia visión de lo que debe ser la política y el poder.
Lo cierto es que los chavos de la Avanzada representaron y representan hoy por hoy, la sangre joven de una transformación tamaulipeca que ha llegado para quedarse por la vía del voto ciudadano al liderazgo de las instituciones.
Sí, para aquellos que no creían en ellos, ahí están. Sacaron la casta y conquistaron resultados, en favor de la doctora Claudia Sheinbaum y del sexenio humanista presidido por AVA.
Concluido el proceso electoral, emergen a la luz los respectivos datos y pormenores. La terca realidad ahí está a la vista, para quien quiera evaluarla y diseccionarla.
A estas alturas, muchas Tamaulipecas y tamaulipecos aun pueden evocar a Villarreal Santiago cabalgando en su caballo tordillo, llamado “Capricho”, símbolo de persistencia y trabajo. Sus compañeras y compañeros que ahora han conquistado sus objetivos en esta elección, siguen reconociendo en AVS al comandante de una cruzada social, sin precedentes.
La Avanzada tamaulipeca liderada por Américo Villarreal Santiago acaba de obtener el triunfo en ocho municipios, dos de ellos de los más significativos. Y ha llevado al Congreso local, a diez de sus candidatos, hoy convertidos en flamantes legisladores, impulsados desde la sociedad civil, y abanderados por MORENA.
Lo anterior representa un triunfo para las ciudadanas y ciudadanos tamaulipecos que en su momento creyeron en las propuestas de la Avanzada como una dinámica de transformación y un ejemplo de sociedad colaborativa y participativa.
Atrás de estos diez escaños en el Congreso local, está la fuerza joven de quienes se atrevieron a soñar por un Tamaulipas mejor, como firmes aliados del gobierno que preside el doctor Américo Villarreal Anaya.
Por cierto candidatos de la Avanzada como Francisco Hernández Niño, Alberto Moctezuma Castillo, Judith Catalyna Méndez Cepeda, y Claudio Alberto de Leija Hinojosa y Marcelo Abundiz Ramírez obtuvieron calificaciones sobresalientes, como los más votados de la jornada electoral, en lo que a diputaciones locales se refiere.
De igual manera, esas ocho alcaldías erigidas en un pulmón emblemático de la marca guinda, constituyen hoy un bastión muy representativo de una nueva generación de cuadros políticos.
Aquí lo más impresionante es que, cuando muchos no creían en ellos, salieron para demostrarle a la clase política del estado y del país, que sí se puede, cuando las causas sociales se abrazan con honestidad y solidez de principios.
Camargo, Matamoros, San Fernando, Tula, Jaumave, Aldama, González, y lo impensable, el bastión conservadurista por excelencia, la joya urbana de la huasteca, la ciudad de Tampico, con Mónica Villarreal, como triunfadora por abrumadora mayoría. O la de Alberto Granados en Matamoros, entre otras.
Diez diputaciones locales que hicieron historia. Y sorprendieron a propios y extraños. El caso específico de Catalyna Méndez en esta capital, es un ejemplo de una candidatura joven en la cual muchos no creían. Y resulta que a la hora de las urnas, demostró un arrastre impresionante.
Pero también ese mismo pundonor lo podemos ver en la reelección de candidaturas como la de Gabriela Regalado o Marco Gallegos. En su momento, a Gaby se le atribuyó el mérito de haber interpuesto el recurso de inconformidad que echó a bajo la superfiscalía.
Nombres como el del neolaredense Sergio Arturo Ojeda Castillo. La experiencia de Eva Reyes en Reynosa. O el que es considerado entre los más votados, Francisco Hernández por el distrito 16, que incluye trece municipios.
Ciertamente que, en los triunfos ya descritos, influyeron multiplicidad de factores. Entre ellos el poder ciudadano de la marca MORENA y los indiscutibles liderazgos sociales de la doctora Sheinbaum, el Presidente AMLO y del gobernador Américo Villarreal Anaya, como el jefe de las instituciones humanistas en la política de nuestro estado.
Pero el recuento de los logros de la Avanzada y de su líder estatal Américo Villarreal Santiago, ahí quedan para la historia. Habrá que ver cual es el siguiente paso de esta organización que nació de la sociedad civil, como una aliada de la cuarta transformación de Tamaulipas y del país.
Hoy, después de que la 4T acaba de barrer a las huestes del PRIAN en esta elección democrática, vuelve a resonar en la memoria del pueblo tamaulipeco, esa frase que tantas veces pronunció, el líder de la Avanzada Américo Villarreal Santiago:
— ¡ Somos más los buenos!