Aparte de mostrar su bajo -en grado superlativo- perfil cognoscitivo, el senador, Nini Gómez Leal (JR) con su intromisión desafortunada en el problema del poblado sanfernandense, González Villarreal, cruzó la delgada línea roja del verdadero poder de Tamaulipas. No midió las consecuencias de sus actos; saltando jerarquías, ninguneó a los factores institucionalmente más relevantes de la región; y exhibió su insolencia actuando como líder opositor.
Error de educación política básica.
¿Lo estará asesorando su cuñado, el prófugo de la justicia mexicana, Francisco García Cabeza de Vaca?
¿Quizá su padrino político Adán Augusto López?
O aún más arriba:
¿Andy López Beltrán?
Ni cuenta se dió, que esa conducta es un abierto reto a quien puede lo más, en la entidad.
El acto de ponerse de lado del delegado, José Luis Gutiérrez Vidal -no estamos diciendo que esté mal o que esté bien- confrontó con la alcaldesa Verónica Aguirre que en su momento fue apoyada por quien ejerce las cuestiones de autoridad de MORENA en el estado.
Por elemental efecto, la idea de municipalizar -con todo y que ahora se ve imposible por no cumplir con los requisitos constitucionales- ese lugar, es un choque con la cabecera municipal y con su lideresa: la presidenta Aguirre.
En ese irracional -por el momento- proyecto, se llevan al baile al gobernador Américo Villarreal Anaya por que encarna un problema de ingobernabilidad social en ese municipio; y un grave escenario de riña entre la periferia y el centro de San Fernando.
¿Qué implica esa pifia de JR y sus promotores?
Aunque usted no lo crea: el agriamiento de las relaciones con Villarreal Anaya y MORENA en un momento incorrecto por los turbulentos escenarios nacionales y regionales.
Si la IV T tamaulipeca actúa, pronto veremos un parón en seco de las actividades proselitistas de Gómez Leal.
Si el Nini tiene más de dos dedos de frente, replanteará su estrategia de precampaña.
El caso no es tan inocente.
Es probable, que llegue hasta los pasillos de Palacio Nacional.
Por una razón: tanto Augusto y Beltrán López, con sus actitudes meten ruido a destiempo en una decisión que parece tocará -previa auscultación- a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Es la primera camada de gobernadores en la cual tendrá preeminencia la doctora.
¿Quién puede negar que vivimos en un régimen presidencial?
¿Acaso Sheinbaum dejará a Augusto y al travieso Andy meter su cuchara en Tamaulipas poniendo en entredicho el liderazgo nacional?
La real forma de gobernar de Claudia, realmente se perfilará en la selección de los candidatos a gobernador (a) de MORENA.
Por la insolencia que transpiran Augusto, Andy y JR, aún creen que tenemos una presidenta frágil, a quien le pueden imponer el ritmo y la agenda nacional de MORENA.
No vieron, cuándo ni cómo, los achicó la presidenta.








