La Ley de Colonización de 1830, formulada por Lucas Alamán, ministro de Relaciones interiores y exteriores del Gobierno de tendencia centralista de Anastasio Bustamante, provocó entre tejanos y colonos anglosajones un gran disgusto por lo que gestionaron, infructuosamente, la derogación de las nuevas disposiciones. Ramón Múzquiz, jefe político de Tejas, advirtió a las autoridades mejicanas que la población estaba enardecida.
Por su parte, en 1832, Stephen Austin, encabezando a los moderados como representante de los colonos estadounidenses, realizó esfuerzos conciliatorios argumentando ante sus agremiados que el General Santa Anna, nuevo hombre fuerte en el gobierno, era un militar de convicciones federalistas y abierto al diálogo por lo que viajaría a la Ciudad de México a solicitarle la separación de Coahuila, la conversión de Tejas en un Estado más de la República Mexicana y la derogación de las recientes disposiciones tan lesivas para los colonos estadounidenses.
Su gestión fue un fracaso absoluto. Solo sirvió para conocer de primera mano a Santa Anna y su represión, pues a su regreso fue arrestado en Saltillo y trasladado a la ciudad de México. Durante todo 1834 deambuló por cárceles y calabozos mexicanos, pasando varios meses en una mazmorra de la antigua prisión de la Inquisición. Ante ésta situación, tejanos, colonos e hispanistas se convencieron de no tener otra opción más que la total independencia buscada por los radicales.
Santa Anna fue reemplazando gradualmente la constitución de 1824 con disposiciones centralistas. El 23 de octubre de 1835 dió el golpe final al dar por terminado el pacto federal, provocando así la rebelión de varios estados del País encabezados por Zacatecas; entidad que fue devastada por la tropa de Santa Anna, su capital saqueada y su territorio mutilado.
Con esto se redujo la combatividad de otros estados, excepto Tejas que, confiando en la distancia, el apoyo de colonos anglosajones, de los Estados Unidos, de federalistas mejicanos como Lorenzo de Zavala y de pobladores hispanos, continuó adelante con sus planes de Insurgencia. El 2 de marzo de 1836, proclamaron su declaración de independencia, siendo designado vicepresidente interino Lorenzo de Zavala, quien hasta el momento de su renuncia para unirse a los tejanos, era ministro plenipotenciario de México ante el Gobierno francés.
Stephen Austin, regresó a Tejas después de su experiencia en cárceles y mazmorras mexicanas, y se solidarizó con los radicales, particularmente con las combativas figuras de Samuel Houston, James Bowie y Davy Crockett.
Santa Anna reaccionó furioso preparando una durísima represión contra Texas y advirtiendo a los rebeldes que lo ocurrido en Zacatecas, sería nada comparado con lo que vendría. No exageró.
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