La Rueda de la Fortuna del Cabrito no es solo una atracción, es un símbolo de orgullo tamaulipeco, un recordatorio de que en esta tierra la comida es pasión, historia y comunidad.
En un giro que fusiona tradición, innovación y puro sazón tamaulipeco, se presenta en la Feria Tamaulipas la creación monumental que cocina hasta ocho cabritos al mismo tiempo, mientras gira majestuosamente, asando a la perfección esta delicia regional ante los ojos atónitos de los visitantes.
Esta maravilla culinaria, que combina ingenio mecánico con el arte del asado, no es solo una rueda, es un espectáculo gastronómico que rinde homenaje al icónico cabrito al pastor, emblema de la cocina tamaulipeca.
El cerebro detrás de esta revolución es Sergio López Treviño, «Cheko», un parrillero nato de San Fernando, Tamaulipas, cuya pasión por la cocina nació en el calor del hogar, preparando desayunos, comidas y cenas con lo que había a mano.
Con capacidad para dorar ocho piezas simultáneamente sobre brasas ardientes, la rueda promete un festín visual y sensorial, mientras el aroma irresistible del cabrito asado inunda el recinto ferial, atrayendo a miles de curiosos y amantes de la buena comida.
La estructura diseñada, no solo garantiza una cocción uniforme, sino que eleva el cabrito a un nivel de experiencia cultural, atrayendo tanto a locales como a turistas ansiosos por probar el manjar en un entorno único, dice Sergio López Treviño, más conocido como “Cheko”
Con años dedicados a perfeccionar la parrilla, este maestro del ahumado, ha diseñado utensilios artesanales que no solo optimizan los tiempos de cocción, sino que preservan el alma del sabor tamaulipeco.
Todo es elaborado de manera artesanal, en utensilios creados por el, por lo que se le ocurrió diseñar la rueda con el apoyo de amigos de Matamoros y de Reynosa, les dijo lo que deseaba, “se batalló con el redondel pero al final se logró concretar la rueda de la fortuna, le adapte un motor, velocidad de vueltas y listo a sido un éxito”.
También diseñé una para un marranito y voltearlo más fácil, de lo que se trata es de hacer con pasión las cosas, facilitarlas para ser más productivos sin perder el sazón.
“Se trata de hacer las cosas con pasión, de innovar para ser más productivos sin perder la esencia de lo que deseamos”, afirmó.
También ha dado cursos para mostrar su destreza en la elaboración de platillos, lo mismo para un borreguito, barbacoa de pozo, cabeza de lomo y hasta chicharrones, siempre con un toque de creatividad y amor por el asado.
Está en una sociedad de parrilleros y ha participado en varias competencias, porque para el, la gastronomía, el asado y el ahumado es su pasión incontrolable.
Mientras las brasas chispean y la rueda gira, Cheko y su creación están escribiendo un nuevo capítulo en la gastronomía mexicana, lo que se puede ver, admirar y degustar en la Feria Tamaulipas.









