+ En la disputa por el poder suben de tono las agresiones entre candidatos
+ A una semana de la jornada electoral, sin haber comicios, infieren fraude
+ Pese a todo sería la elección más participativa en la historia de la entidad
A una semana de la jornada electoral, las descalificaciones han aumentado entre los candidatos gubernamentales, ofreciendo un espectáculo grotesco en su disputa por el poder. Pero más ignominioso resulta que otros actores políticos extraterrestres se entrometan en asuntos que sólo competen a los tamaulipecos, transgrediendo claramente al marco legal.
En esta impudicia, también asoman funcionarios federales, estatales y municipales que por ‘el arco del triunfo’ se pasan el mandato constitucional (artículo 134) que prohíbe difundir todo tipo de propaganda gubernamental, durante la etapa de campañas.
Igual, algunos diputados federales y senadores, que han llevado hasta sus tribunas legislativas reclamos, por alegar que “el proceso electoral está desaseado”; e incluso piden que el Instituto Nacional Electoral (INE) atraiga éste, por no confiar en el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM).
Por si fuera poco, hay denuncias públicas –no formales ante autoridad judicial alguna–, acusando persecución del gobierno estatal contra algunos simpatizantes de Movimiento Regeneración Nacional (morena) y, al menos, tres de sus 12 alcaldes: Carmen Lilia Canturosas Villarreal (Nuevo Laredo); Carlos Peña Ortiz (Reynosa) y Eduardo Abraham Gattás Báez (Victoria), al serles libradas órdenes de aprehensión por aparentemente haber realizado operaciones con recursos de procedencia ilícita y cometer, en 2021, delitos electorales.
Los tres se ha ausentado de su cargo, aunque sólo el vástago de Maki Esther Ortiz Domínguez solicitó licencia –un día antes de que ordenaran su detención–, mientras que Nataly García Díaz (PT) munícipe de Díaz Ordaz promovió un amparo por la indagatoria que, según ella, realiza en su contra la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas.
Bajo acusaciones similares fueron capturados Adolfo Sierra Medina (el dirigente sindical de Salud), pero horas después lo dejaron en libertad; y un dirigente morenista de Ciudad Madero (Adrián Cruz Martínez), a quien dice la senadora María Guadalupe Covarrubias Cervantes, le fabricaron delitos.
Otros activistas que se dicen perseguidos son: el edil de Hidalgo, Juan José Contreras Castillo, quien tiene desde hace un año (más/menos) orden de aprehensión por balacear a un notificador del Poder Judicial –en el ejido Buenavista–, cuando hacía su trabajo; la ex diputada Noemí Estrella Leal y el cabecilla de la columna ‘Pedro José Méndez’, Octavio Leal Moncada.
Pero las cosas no paran ahí.
Y enseguida lo ejemplifico:
- a) El candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Arturo Díez Gutiérrez Navarro, acusa a sus oponentes de tener nexos con el crimen organizado;
- b) César Augusto Verástegui Ostos le exige a Américo Villarreal Anaya aclarar la acusación de que su hijo Humberto Francisco Villarreal recibió un depósito de 20 millones de dólares, para financiar campañas; y el supuesto fraude bancario que cometió en Europa;
- c) El doctor ha revirado, acusando al ‘Truko’ de: ejercer una política de terror en la zona cañera; encubrir la relación y negocios entre los hermanos Carmona Angulo y el mandatario Francisco Javier García Cabeza de Vaca; corrupción y nexos con el crimen organizado.
Se han metido hasta con la familia y dicho otras cosas, menos peores.
Pero lo más deplorable es que vengan políticos foráneos a intervenir y pretender decidir una elección que sólo compete a los tamaulipecos.
Por eso afirmo que el proceso está hundido en el fango.
Fraude imaginario
Presumir que habría fraude electoral es una conjetura ominosa, tanto como irresponsable, por parte de senadores y diputados federales; secretarios de estado y dirigentes partidistas, pues al menos los partidos con un candidato común y los que forman la alianza ‘Va por Tamaulipas’ aseguran que habrá representantes suyos en las 4 mil 777 casillas a instalarse el día ‘D’.
Esto significa que habría 28 mil 662 comisionados, por parte de ambas sociedades; más cerca de mil 500 que aporte el membrete naranja; incluso, 410 observadores registrados, ante la instancia electoral, por lo que instalar urnas ‘embarazadas’ y/o rellenarlas (durante la jornada) será prácticamente imposible.
Entonces: ¿cuál sería el canal para la comisión fraudulenta? ¿acaso el sistema electrónico para el conteo de votos?
Lo que sí advierto es que hay desde ahora coacción sobre miles de los 2 millones 737 mil 311 ciudadanos enlistados nominalmente, en su mayoría burócratas estatales y municipales; los favorecidos con programas sociales de corte federal y quienes pueblan zonas controladas por grupos que están al margen de la legalidad, imponiendo modernos cacicazgos.
Hay denuncias (aunque anónimas), de que los servidores públicos son obligados a recabar determinada cantidad de credenciales de elector –a fin de inducir el voto–, o son obligados a acudir a mítines so pena de ‘echarlos a la calle’, tanto en la estructura gubernamental como en los ayuntamientos considerados los más sobresalientes del estado. Entre ellos Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Victoria.
Y aquí se involucran todos los partidos.
También se habla de la entrega de despensas o dádivas, persecución, amenazas y hostigamiento, a manera de justificar procesos judiciales por la comisión de ilícitos.
Pero de ahí a configurar el delito de fraude, hay un mar de diferencia.
El proceso está inmerso en un lodazal, es cierto.
Ha sido, es, harto manoseado por actores políticos que nada aportan y menos importan a los tamaulipecos, utilizándonos como conejillos de Indias en su aspiración sucesoria del 2024.
Sólo a eso vienen.
Elección copiosa
La jornada electoral del domingo próximo podría resultar la más copiosa en votos comparada con las tres más recientes (2004, 2010 y 2016), pues hay actualmente un marcado interés ciudadano por participar, según aprecio.
En el sondeo territorial cotidiano se palpa la polarización, aunque haya empresas encuestadoras que publiquen otros datos, tendientes a ‘influir’ en el ánimo del electorado, que, esta vez, ya no se deja engatusar, en aras de contribuir a la continuidad o la alternancia. Y eso me lleva a presumir que la elección será muy cerrada, entre Américo Villarreal Anaya y César Augusto Verástegui Ostos, ‘El Truko’, pues ambos cuentan con ejércitos ciudadanos comprometidos; y dispuestos a defender el voto, según han manifestado en diversos encuentros.
La ‘base electoral’ que morena y aliados (Verde / PT) contemplan, son los 459 mil votos obtenidos en la consulta para la Revocación de Mandato, mientras que la alianza (‘Va por Tamaulipas’) ampara su apreciación en las estructuras, que juntas rebasan el millón 250 votos, acorde a estadísticas.
Empero, en esta ocasión contará mucho la participación espontánea y, sobre todo, la capacidad de movilización de los estrategas, para llevar a las urnas a sus militantes y simpatizantes.
Se habla de una participación ciudadana como nunca se había visto al suponer que acudirán a las urnas cerca de 2 millones de electores, dada la animadversión hacia el sistema establecido.
Ojalá y así resulte para que avance la democracia participativa y dejen los pocos decidir por las mayorías.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Caminante no hay camino
En 2016 la participación ciudadana alcanzó un 56.32 por ciento, para elegir gobernador, durante el régimen presidencial de Enrique Peña Nieto.
Votaron 1 millón 257 mil 130 electores de la Lista Nominal, compuesta por 2 millones 557 mil 228.
Francisco Javier García Cabeza de Vaca (PAN) consiguió 721 mil 049 sufragios, haciendo acreedor a la gubernatura.
Baltazar Hinojosa Ochoa (PRI-PVEM-Panal) conquistó 517 mil 619 (un 36.03%); Gustavo Adolfo Cárdenas Gutiérrez (MC) 84 mil 736 (5.81%); y el candidato de morena (Héctor Martín Garza González, ‘El Guasón’), apenas logró 32 mil 183 (un 2.25 por ciento).
Hubo (entonces), otros cuatro candidatos: Abdies Pineda Morín (PES), Jorge Osvaldo Valdez Vargas (PRD), Francisco Chavira Martínez, que jugó como independiente –declinando, antes de la jornada electoral, en favor del actual mandatario–, y Armando Vera García (PT).
Acudo a estas cifras porque, de mantenerse el voto estructural en este proceso, la alianza ‘Va por Tamaulipas’ (PAN-PRI-PRD), sumaría más de 1 millón 250 mil votos.
Empero, en esta ocasión el efecto ‘Peje’ contará mucho.
Así que, aún, no hay nada para nadie.
Se hace camino al andar
Restarles credibilidad a las encuestas es una actitud plausible, pues éstas, regularmente, se confeccionan al gusto de quien las paga.
Los ciudadanos ya no creen en sus estadísticas, pues son levantadas a distancia. Es decir, a través de la línea telefónica, aunque sé que cuando entra una llamada en tal sentido, el receptor inmediatamente cuelga.
Entonces, ¿cómo creer en su veracidad?
Cicuta
Los videos que circulan profusamente en redes sociales, dando cuenta de un ‘reventón’ en el departamento (sito enfrente a la playa Miramar) de Olga Patricia Sosa Ruiz, refieren que para los morenistas consentidos del extinto Sergio Carmona Angulo, no hay austeridad.
Luego aparecieron diálogos que vía WhatsApp habrían sostenido Olga y Sergio, hablando de anular a Rodolfo González Valderrama de la justa por la candidatura gubernamental.
¿Aun así niegan que traicionan los principios de la mentada 4T?