Ante la embestida del bloque del guachicol –el diputado federal Erasmo González Robledo y el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez – el alcalde de Madero, Adrián Oseguera Kernion, parece estar trazando su estrategia en fortalecer a MORENA en el sur de Tamaulipas, con la vista puesta en la contienda presidencial del 2024.
Hostigado por González Robledo y Martínez Manríquez, en la campaña por la gubernatura –tomaron toda la estructura electoral para ellos, soslayando a la gente del alcalde maderense, con los resultados ya vistos– y luego maniobrando para que las diputadas morenistas del sur, Leticia Vargas y Ortiz, se alejaran de la bancada lopezobradoristas del Congreso local –Vargas obedece al grupo de Erasmo y Ortiz al bando de Héctor Garza y Armando– para fortalecer al PAN en el Poder legislativo y sacar –entre otros objetivos– de la jugada por posiciones en el Gabinete estatal a Armando Zertuche Zuani, se vio obligado a enconcharse en su territorio y esperar mejores vientos.
Ya llegó, la coyuntura que Oseguera esperaba.
Desplazado de la red partidista de MORENA Tamaulipas, –la mayoría de sus consejeros estatales fueron rasurados del padrón para que no participaran como candidatos al Congreso estatal morenista–, decidió lanzarse a la búsqueda de espacios en la arena nacional.
No le ha ido mal.
Sus estrechos vínculos con los representantes de la IV T en el Gabinete federal –Adán López, Rocío Nahle, y otros– y en el Gabinete estatal de Claudia Sheinbaum en la CDMX, con el hombre de sus mayores confianzas: Martí Batres Guadarrama.
Martí, desde hace años mantiene contacto con el edil maderense.
Oseguera, espera ser llamado en cualquier momento para desplegar tareas en el país a favor de la doctora Claudia.
Venturosa decisión de Adrián: evitará de esa forma, el estéril choque con el empoderado como fétido morenismo que controla buena parte del sur del estado.
Con la potente base social, en la ciudad que gobierna, será muy complicado para el eje del guachicol, que pueda desplazarlo en el corto plazo. La ambición de Erasmo de controlar el municipio, a través suyo o de interpósita persona se ve lejano. El blindaje político de Oseguera y correligionarios sigue siendo muy sólido.
Las últimas señales de su presencia en la urbe petrolera fue su Primer Informe de gobierno. Exhibió, la nada desdeñable capacidad de movilización ciudadana que posee y la amplia capacidad de convocatoria que lo mantiene como uno de los presidentes municipales más reconocidos y apoyados por sus representados en el país.
La incorporación del jefe edilicio petrolero a los más altos niveles de la política guinda, garantizaría que el próximo presidente (a) de la república percibirá con buenos ojos a ciudad Madero.
Con la visión puesta en la contienda presidencial, Adrián le ha dado prioridad a la tolerancia y a la inclusión. No ha ido al choque contra sus detractores; se ha encapsulado en sus tareas de edil y en el mandato que le dio la ciudadanía maderense.
Su ejercicio político, garantiza que el 2024 el pueblo de Madero, continuará por la ruta de la profundización la IV T en el país y en Tamaulipas.
El tejido de MORENA en el enclave petrolero, sigue siendo el de mayor solvencia en el estado. En tanto, en los 43 municipios del estado, los Comités Municipales son inexistentes –operan algunos núcleos como CDMs provisionales– el morenismo en ese lugar posee una urdimbre militante fuera de toda duda.
Por lo pronto, tiene la ocupación de hacer un buen gobierno, en el inicio de su IV año al frente del Ayuntamiento.
El 2024, Madero volverá a sobresalir.