Insólito pero cierto: un sexenio que ejerció recursos por más de 300 mil millones de pesos en seis años, hoy hereda una hacienda pública marcada por la opacidad y la ausencia de resultados.
Cuando se creía que los puntos débiles del sexenio azul, eran solamente los expedientes de la UIF y demás escándalos mediáticos, hoy se sabe que carretadas de dinero público desaparecieron. Y que no hay documentación legal que sustente la aplicación de un presupuesto que se evaporó como por arte de magia, pues no hay a la vista obras de gran calado o bien infraestructura testimonial de las inversiones que debieron de llevarse a cabo.
Se sabe que gobiernos como el de Américo Villarreal Guerra hicieron obras para la posteridad como el acueducto. Cavazos Lerma hizo carreteras, Eugenio Hernández construyó toda una ciudad de mortero y vidrio. Pero hoy la gente se pregunta que obras deja el sexenio panista.
La mayoría del Tamaulipas urbano, (hablamos de las 10 principales ciudades de Tamaulipas), antes del 2018 en que llegaron los alcaldes de MORENA mostraba calles destrozadas y abandonadas.
Hoy se sabe que estos alcaldes dela marca guinda, con el fuerte apoyo del gobierno federal, han iniciado el rescate de sus respectivos municipios. Pero…¿y que hizo el sexenio estatal del PAN por la población tamaulipeca? La verdad hasta ahora no se conocen los resultados.
Todo este misterio, opacidad y ausencia en la rendición de cuentas, forma parte del reclamo central que hoy le formulan al cabecismo, los integrantes de MORENA. Y especialmente los integrantes del comité de ,la entrega-recepción estatal, cuya fecha operacional se vence ya este 30 de septiembre.
En los más diversos tonos, que van desde la diplomacia y los formalismos, hasta las denuncias más enérgicas, el gobierno entrante de MORENA que lidera el gobernador electo Américo Villarreal Anaya, no quita el dedo del renglón:
Existe la urgente necesidad administrativa, contable, ética, y constitucional de que el sexenio azul hoy en retirada, rinda cabales cuentas.
A menos de dos semanas de que concluya formalmente el sexenio panista-cabecista, el saldo de la administración azul es de total desastre, saqueo, voracidad, con elevados saldos de infraestructura de salud sin terminar. Con un sensible desabasto de medicamentos y un manejo financiero desordenado y deficiente, dijo ayer en la capital del estado Héctor, el Calabazo Villegas.
Héctor Villegas quien forma parte del equipo de transición y se perfila para la Secretaría General de Gobierno, acusó al actual gobierno panista-cabecista de heredar una administración estatal muy comprometida, en materia de opacidad y cero rendición de cuentas.
Citó algunos ejemplos:
“Sectores críticos como la salud y la seguridad están desmantelados, abandonados a su suerte. Hablamos de una gestión que a todas luces se alejó de las necesidades reales de la ciudadanía”, señaló Villegas González.
“El colmo de todo esto, dijo el Calabazo, es que siguen saqueando los bienes del pueblo, y ,la voracidad; (de los panistas-cabecistas),no se detiene”.
En temas de lo más sensible, como es el caso de los fármacos, hemos encontrado un desabasto bastante fuerte de medicamentos. Apenas se cuenta con un 20 porciento de medicinas y no se cuenta con material de curación, agregó en tono preocupante.
El cronómetro político no se detiene. Lo que hace unos meses era apenas un punto lejano, hoy es ya una realidad inminente: el Tamaulipas de Américo Villarreal Anaya está ya por iniciar.
Pero, según trasciende en conferencias como las que acaban de ofrecer los morenistas del del equipo de AVA, no les están dejando, ni siquiera las bases más elementales en lo económico y en lo administrativo.
No hay documentos confiables, no hay el menor rastro de seis años de egresos y de la aplicación de los recursos públicos.
Por donde se le vea, la transición de la derecha hacia la izquierda en Tamaulipas, se ve bastante complicada.
———EDUARDO GATTAS EN EL MEDALLERO DE LOS MEJORES ALCALDES—
Se dice fácil. Pero no es solo aparecer en un cuadro de honor, con un tercer lugar y un 58.1 por ciento de aprobación ciudadana. Hay que ver que es lo que hay atrás de esos datos duros. En el caso específico de ciudad Victoria y de su alcalde Lalo Gattas, hay un gobierno itinerante que trabaja desde las calles y las colonias.
Agua, pavimentación, alumbrado, servicio de limpieza. No se puede decir que todo esté resuelto, pero aquí cuenta mucho la vocación de servir. Y sobre todo de escuchar a los ciudadanos y de no dejarlos solos.
Los anteriores, seguramente son los aspectos centrales que respiran atrás de ese tercer lugar de Gattas en el medallero nacional de los mejores alcaldes capitalinos.