+ El pueblo que manda, no se equivoca, y si se equivoca, vuelve a mandar
+ Villarreal Anaya rindió doble protesta: la constitucional y ante ciudadanos
+ El ‘aplausómetro’ en el Teatro del Pueblo favoreció a Claudia Sheinbaum
Por Juan Sánchez-Mendoza
Hay un refrán harto ilustrativo para advertir la consistencia del poder. Reza: ‘El que manda, no se equivoca, y si se equivoca, vuelve a mandar’.
Y esto lo confirma el pueblo tamaulipeco, considerando que, hace seis años, erró con la elección de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por el hartazgo hacia el régimen gubernamental (priista) de Egidio Torre Cantú, quien incluso operó a favor del panista. Pero corrigió su yerro a la distancia al decidir que Américo Villarreal Anaya (morena) sea su mandatario estatal, a partir de ayer (uno de octubre).
Andrés Manuel López Obrador, desde su asunción a la Presidencia de la República, ha sostenido que ‘el pueblo pone y el pueblo quita’ por ser un atributo de la democracia participativa, reconociéndole poder, voluntad y la intervención que tiene para decidir por dónde habrá de transitar el régimen gubernamental, en cualesquiera de sus tres niveles.
Por tanto, el mandato ciudadano está confirmado, corrigiendo su yerro de hace seis años, cuando ‘la regó’ creyendo en los ‘vientos del cambio’, al resultar estos huracanes saqueadores de las arcas públicas; y tormentosos para el ejercicio público estatal; intimidatorios, represores, imperativos, y, lo peor, deshumanizados.
Nunca en la historia de Tamaulipas hubo un régimen gubernamental al que se considerada un fiasco, aunque Egidio no canta malas rancheras por contribuir a ello merced a componendas con el neopanismo para entregarle la gubernatura, en 2016.
Ciertamente, el mentado ‘Morsa’ operó, según testimonios, para echar del gobierno al tricolor, hace un sexenio.
Pero en su pecado lleva la penitencia, al recibir recordatorios maternos donde se aparece.
En fin, démosle vuelta a la página.
Asunción
La instalación de Américo Villarreal Anaya, como gobernador constitucional de Tamaulipas marca el inicio de la transformación política-socioeconómica del estado, al atender, él, los tres principios básicos presidenciales de 1) no mentir, 2) no robar y 3) no traicionar al pueblo.
Y en esa misma frecuencia deben operar quienes lo acompañen en su travesía hacia buen puerto.
Sin embargo, asoman huracanes descalificadoes en contra de algunos recién nombrados secretarios por ser estos vasallos de los diversos grupos de interés. De eso hay constancia y material sustantivo para afirmarlo.
La primera baja en su equipo, sin aún tomar posesión del cargo, fue la de Óscar Alberto Aparicio Avendaño, al designar Américo, como secretario de Seguridad Pública, al General de Brigada Diplomado del Estado Mayor, ya retirado, Sergio Hernando Chávez García.
¿Las razones? Dicen que por sus constantes escándalos.
Por la mañana también, enseguida de concluir la sesión solemne en el Congreso local, el ya Gobernador constitucional nombró secretario General a Héctor Joel Villegas González ‘El Calabazo’; y en el transcurso del día se dieron otras designaciones.
Algunas, por cierto, cuestionadas por el bajo perfil o los escándalos de los ungidos.
Doble protesta
La primera protesta que rindió Américo Villarreal Anaya, fue en el Congreso para cumplir el protocolo que marca la Constitución Política de Tamaulipas, ante el pleno de la LXV Legislatura.
Sin embargo, la segunda, rendida frente a más de cinco mil asistentes que se dieron cita en el Teatro del Pueblo (del parque bicentenario), causó júbilo por él mismo destacar la importancia que representa hacerlo de cara al pueblo.
Hubo legisladores a quienes no les agradó el comentario, quizá, como Humberto Armando Prieto Herrera (ex panista), quien ‘abandonó’ el recinto a media ceremonia empujando y discutiendo con la gente que no se movía para cederle el paso.
Fuera de esa actitud prepotente del legislador, no hubo más incidentes a la vista.
El mensaje
En el Congreso, Villarreal Anaya dijo que “hoy llega a nuestro estado el Gobierno de la Transformación, que fue elegido democráticamente; este triunfo es del pueblo de Tamaulipas a quien doy las gracias y expreso mi reconocimiento.
A los diputados recomendó: “Más que anclarnos en nuestras posibles diferencias legítimas y respetables, tengamos presente que nos debemos al pueblo. Ratifico mi compromiso de gobernar para todas y todos, porque nuestro proyecto humanista es para la inclusión, dejando atrás las viejas y anacrónicas formas de hacer política, que no han estado a la altura de las exigencias de la sociedad tamaulipeca».
Y reiteró su convicción de que es posible gobernar mejor y gobernar para ayudar y servir a los demás: “Mis ideales son claros: no mentir, no robar, no traicionar al pueblo. Haré un gobierno cercano, que escuche y comprenda las necesidades para dar respuestas eficaces a los problemas de la gente. Estos serán los grandes pilares de mi administración y lo que habrá de diferenciarnos”.
Se comprometió a privilegiar la justicia social para que: “los pobres, los más vulnerables, los últimos de la fila, sean ahora nuestra prioridad”.
En el Teatro del Pueblo, llamó a regenerar la vida pública, desterrando la corrupción y poner fin al saqueo.
Dijo que “es tiempo de darnos la mano, dar inicio a la transformación y a la verdadera alternancia… la llegada del Gobierno de la Transformación coincide con el ocaso del saqueo y la traición a la sociedad tamaulipeca que colocaron al estado en una gravísima decadencia”.
Expresó que la agenda para la transformación necesita aliviar tensiones, necesita civismo, tolerancia, política de altura. (Y) “como lo prometí, conduciré el gobierno inspirado en el humanismo; gobernaré para todos y todas, pero dando preferencia a los más necesitados. Nos guiaremos por el principio que dice: por el bien de todos, primero los pobres”.
Luego acusó:
“Debido a su incompetencia, a su hipocresía y a su deshonestidad dejaron a Tamaulipas no sólo en una crisis por la debilidad de sus finanzas, sino por la bancarrota moral en la que concluyeron su mandato”.
Advirtió que “todo eso quedó atrás, pero no sus consecuencias. Donde encontremos conductas ilegales o desvío de los recursos públicos simple y llanamente se aplicará el castigo que marca la ley”.
Se comprometió a sincronizar esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno: “Tamaulipas inicia así, una nueva etapa de colaboración, positiva y respetuosa con el gobierno federal”, le dijo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, representante del presidente Andrés Manuel López Obrador, enviándole este mensaje: “Tenga la seguridad que mis acciones como gobernador de Tamaulipas reflejarán siempre el apoyo incondicional a su persona, a su lucha por la regeneración de nuestra vida pública y a la noble causa de servir a la nación como usted lo hace”.
Américo ofreció depurar las corporaciones policiacas y que nunca más se usarán para perseguir a nadie por razones políticas para despojarlo de sus bienes o para reprimir gente inocente; convertir a la Policía Estatal en Guardia Estatal; crear dos secretarías y la subsecretaría de la enfermería; hacer que la atención a la salud sea universal y gratuita; no endeudar más al estado; y trabajar por la recuperación económica de Tamaulipas.
Hubo otros ofrecimiento, que durante la semana próxima habremos de abordar por tema.
Aplausómetro
Entre la concurrencia, como invitados especiales, estuvieron la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo y el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Adán Augusto vino como representante de AMLO.
Es decir, acudieron a la toma de posesión tres ‘corcholatas’ de Andrés Manuel, llevándose la tarde Claudia, por los aplausos vertidos al anunciar su presencia y los gritos de ‘¡presidenta, presidenta!’.
También estuvo el coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas; el director general del Centro Nacional de Inteligencia, General de División Audomaro Martínez Zapata; la directora del DIF Nacional, Nuria Fernández; y la ex secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez.
Además los directores generales de Conagua, Conapesca, Infonavit, Banobras, Instituto Nacional de los Jóvenes y de RTC; y los gobernadores de Hidalgo (Julio Menchaca Salazar), Oaxaca (Salomón Jara Cruz), Tabasco (Carlos Manuel Merino Campos), Veracruz (Cuitláhuac Garcia Jimenez), Nayarit (Miguel Angel Navarro Quintero), Sinaloa (Rubén Rocha Moya) y Nuevo León (Samuel García Sepúlveda), así como senadores, diputados federales y los alcaldes de los 43 municipios de Tamaulipas.
Acompañaron al Gobernador Constitucional su señora esposa, doctora María Santiago de Villarreal, sus hijos Américo, Francisco y María, y sus nietos.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Cicuta
¿Dónde andará, en estos momentos, Francisco Javier García Cabeza de Vaca?
Dicen que en cualquier momento se librarán ordenes de aprehensión en contra suya y de algunos de sus colaboradores más cercanos.
¿Usted lo cree? Yo también, pues Tamaulipas merece justicia.