La corriente guinda tiene la mejor oportunidad de ir acomodando sus fichas en los órganos autónomos, como es el caso del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información. La tarea es de la 65 legislatura.
Es un “elefante blanco” que se coronó durante el cabecismo. No hace nada ni sirve para nada, pero es una butaca que puede estar bajo la influencia del gobierno en turno. Como dicen, el poder no se comparte, solo debe haber un jefe político.
Levantaron la mano 18. Fueron citados por el Congreso a partir del jueves para entrevistas personales. El receso legislativo culmina el 15 de enero, a partir de ahí deberá llevarse el tema a pleno. El nombramiento necesita quedar listo antes que finalice enero.
Con gente nueva podría obligarse al armatoste a exigir a los sujetos obligados la información pública que deben mantener en sus páginas, como sueldos y salarios y contratos de obras y pagos por honorarios, que hoy evaden la mayor parte de los municipios, por decir un ejemplo.
La lista nos dice que hay académicos con méritos en su kárdex pero reprobados en la función pública y, verdad de Dios que eriza los pelos conocer ciertos nombres que pudieran colarse a dirigir los destinos del Instituto.
Vemos prominentes panistas que llegaron al gobierno de los vientos huracanados desde el 2016 y quieren seguir pegados a la teta, y hasta pillos y sinvergüenzas al servicio del mejor postor.
Es una pena que los encargados de expedir el nombramiento, no pidan la constancia “de no corrupción”. Aquí sí se necesita, y no para inscribirse como proveedor del gobierno del Estado.
Aquellos que tienen cuentas pendientes en Contraloría y Auditoría Superior, que saquearon instancias públicas, no deben tener oportunidad de navegar por otras nóminas, menos en la administración de la 4T que enarbola entre sus principios el no robar.
No es posible por ejemplo que el ex diputado Humberto Rangel Vallejo, primero al servicio del PRI y luego del panismo, pretenda refrendar el asiento por siete añitos (quedaría en 10).
La chambita en el órgano fue el pago a sus “buenos servicios” como legislador palero en la anterior legislatura. Fue su indemnización por traicionar a sus antiguos patrones.
¿Qué me dice de un ex gerente de Comapa Victoria? Mandó a la quiebra al organismo. Dejó un faltante de alrededor de 400 millones de pesos que hoy sigue pagando en “abonos chiquitos” –a la CFE- el alcalde Lalo Gattás.
Aparece en las indagatorias de la Contraloría Municipal que podrían ser turnadas a la Fiscalías Anticorrupción, en que van de “estrellas” Xicoténcatl González Uresti y la parienta –de aquel que les platiqué- Pilar Gómez Leal.
Llegó con Oscar Almaraz, ahora diputado federal del PAN, operó para el cabecismo, siguió con Gómez Leal como funcionario y operador para fraguar la derrota de Morena en 2021 y 2022, pero no contaba con que más ciudadanos de los esperados saldrían a votar. La pregunta es ¿tendrá el descaro de acudir a la cita con los diputados?.
Tenemos a Luis Alberto Saleh Gattás, panista ex magistrado y funcionario del TRIELTAM, junto con Raúl Robles Caballero, quien estuvo al servicio de otros gobiernos desde el IETAM y el Tribunal de Justicia.
Hay un Juan Armando Barrón Pérez. Trabaja en el ITAIT. Como que le agarró sabor al caldito y quiere más.
Por ahí también un César Abraham Ramírez Rosas, pariente de un ex precandidato azul a la alcaldía de Victoria. Ocupó el encargado de licitación de obras con Egidio Torre y su amigo Manuel Rodríguez Morales.
Arnoldo de la Garza Guerra es académico, pero su prestigio terminó como Director del Cotacyt cabecista. Busca la nómina del Instituto y tratará de convencer a los diputados que es el mejor ¿será?.
La referencia nos dice que José Ramiro Roel Paulín trabajó para la Comisión de Derechos Humanos panista, en tanto Lidda Delgado Cortina como secretaria Técnica de la General de Gobierno.
Verónica Marroquín Silguero arribó en 2016 como funcionaria del Colegio de Bachilleres. Aparece en por lo menos una demanda laboral en contra del propio Gobierno del Estado.
Hay “vacas sagradas” como José Martín García Martínez, ex jefe de la propia Comisión de Derechos Humanos en la época del Gobernador Torre Cantú.
La lista es larga. Luis Adrián Mendiola Padilla, llegó a dirigir la Unidad de Transparencia del Congreso de Tamaulipas durante el panismo.
En fin, es una decisión que solo tomarán los diputados del pleno luego que regresen de vacaciones el 15 de enero. Incluso priístas y panistas tienen oportunidad de ir limpiando la casa.
Hablando de las campañas, el moreno José Ramón Gómez Leal dedicaba esta semana a “peinar” los municipios del sur, la zona huasteca como Llera, Ocampo, Gómez Farías, El Mante, Los Morelos y Xicoténcatl, lo que en otros tiempos se podría considerar como la “madriguera” de los trukistas.
Pero le fue bien. Lleva recorridos 31 municipios en 13 días de campaña. Le dará por lo menos dos vueltas a Tamaulipas con acentuación en las grandes ciudades, ahí donde se concentra el mayor padrón de votantes.
De la oposición poco se sabe. En los próximos días habrá una concentración nacional de diputados federales, que vienen en apoyo de la coalición Va por Tamaulipas, pero nada de sus líderes nacionales.