+ La caída de Osorio Chong, prácticamente sepulta al grupo de Peña Nieto
+ El pleito entre ambos le causa daño a las estructuras nacional y estatales
+ Arturo Núñez tiene calidad política, para hacer llamado a la unidad priista
Por Juan Sánchez Mendoza
La destitución de Miguel Ángel Osorio Chong (alias ‘El Chino’) como pastor del rebaño priista en la Cámara de Senadores obedece, simplemente, a un ajuste de cuentas perpetrado por Alejandro Moreno Cárdenas (el tal ‘Alito’), pues el hidalguense representaba una piedra en el zapato del campechano al insistentemente exigir su renuncia a la dirigencia partidista. “Por haberse echado en brazos de Andrés Manuel López Obrador”, según ha sostenido.
Obviamente el ex secretario de Gobernación quiere hacerse la víctima. Pero sus acciones del pasado lo colocan en la misma tesitura que su ahora verdugo –por ambos ser autoritarios, gandallas, corruptos, abusivos, falsos e innumerables epítetos–, así que no hay a quién irle en este pleito que iría para rato. Al menos entre los exdirigentes del tricolor y los 12 senadores de su bancada que ya han marcado distancia entre sí.
Este marcado divisionismo cupular inevitablemente repercutirá en todo lo que queda de las estructuras estatales, aunque desde su asunción (el 18 de agosto de 2019), Moreno Cárdenas ha desarticulado los cuadros que no eran afines a su proyecto e impuso dirigencias (notoriamente) manipulables por él y/o sus testaferros. Igual que en su oportunidad lo hizo Osorio Chong con el apoyo de los entonces gobernadores priistas que se prestaron a una alternancia en el poder estatal –allá en 2016– como ‘pago’ a los senadores albicelestes que aprobaron la reforma energética de Enrique Peña Nieto en octubre 11 del 2013.
Es el caso de Tamaulipas.
Pero de esto comentaré en líneas posteriores.
Respecto a la destitución del ‘Chino’ (como coordinador parlamentario) ‘Alito’ prácticamente aniquila la influencia de éste y de la ‘vieja guardia’ que impulsó su carrera y ahora traiciona (léanse Beatriz Paredes Rangel, Pedro Joaquín Coldwell, Roberto Madrazo Pintado, Manlio Fabio Beltrones Rivera y Humberto Moreira Valdez), por su ambición de ser candidato presidencial priista en 2024, ‘con la anuencia’ del jefe del Ejecutivo federal’.
Mientras tanto, ha establecido un nuevo cacicazgo partidista.
Lo prueba el hecho de que, en diciembre del 2022, haya reformado los estatutos para ampliar su período como dirigente –a fin de extenderlo hasta concluir el proceso electoral del 2024–, siendo que el documento original le autorizaba un ejercicio de cuatro años (a cumplir el 18 de agosto próximo).
En la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ninguno de sus dirigentes ha rebasado el tiempo establecido en sus documentos aún y cuando hay quienes sí transitaron la etapa de cuatro años –y hubo quienes repitieron en el cargo alternativamente, pero por etapas cortas–, por lo cual ‘Alito’ ha acrecentado el rechazo de la clase política tricolor.
Sin embargo, ésta no se solidariza tampoco con Osorio Chong –ahora, en su pleito con Moreno Cárdenas–, pues ‘El Chino’ abusó de su influencia durante el régimen presidencial peñista e hizo cuanto le dio la gana con ‘su’ partido.
Ejemplos, sobran.
Caso Tamaulipas
Durante el régimen gubernamental de Egidio Torre Cantú (de 2010 a 2016) fue frecuente la presencia de Miguel Ángel Osorio Chong en estas latitudes so pretexto de ser el enlace presidencial con el mandatario estatal.
‘El Chino’ vino cuantas veces le dio la gana girándole ‘instrucciones’ al mandatario (léase órdenes) imponiendo dirigentes partidistas y funcionarios públicos sin que el jefe del Ejecutivo estatal chistara por temor a su poderío e influencia.
Así que atendió puntualmente toda instrucción.
Por esto (en 2016), al ‘pagarle’ (Peña Nieto) al Partido Acción Nacional (PAN) el voto de sus senadores para sacar avante la reforma energética, le ordenó el hidalguense a Torre Cantú que ‘le jugara las contras’ al candidato gubernamental priista pues, desde el 2013, acordaron cederle la posición al entonces senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Egidio acató la orden sin dudarlo –total, nunca simpatizó con el PRI, al contrario, siempre le ha tenido fobia por su tendencia ultraderechista y más cuando la sombra de su hermano ultimado (Rodolfo) en vida y ya muerto lo ha opacado siempre–, como todos sabemos.
Según Osorio Chong, cada vez que visitaba Tamaulipas la inseguridad pública estaba disminuyendo.
¡Pamplinas! Fue la etapa más cruenta que la sociedad padecimos, con la aparición de osamentas en la vía pública, cuerpos mutilados, secuestros, cobro de piso, extorsiones, levantones y chantajes, por lo menos.
¡Ah!, pero eso sí, el entonces secretario de Gobernación y, el entonces gobernador, decían que la inseguridad pública iba disminuyendo –mientras, en reuniones privadas, acordaban la entrega de la plaza al albiceleste–, sin atender las denuncias ni el reclamo ciudadano para reestablecer seguridad y vigilancia.
Caos priista
Mayra Rocío Ojeda Chávez, la actual dirigente del Comité Directivo Estatal (CDE) del membrete tricolor, cree descubrir el hilo negro del padecimiento priista, al decir que la unidad de cuadros podría causar la recuperación del partido.
Atrapa mi atención su doble juego, pues ella misma ha sido causante de la ruptura entre la clase política tricolor desde hace más de tres años.
Y lo sintetizo así:
1) En octubre de 2019 cuando empezó la carrera por la presidencia y la secretaría general del PRI, alzaron la mano seis aspirantes a la primera posición: Enrique Cárdenas del Avellano, Arturo Núñez Ruiz, Edgardo Melhem Salinas, Tomás Gloria Requena, Roberto González Barba y Emilio Grimaldo.
2) En noviembre declinaron cinco de ellos en favor de Edgar que, para ese entonces, ya había hecho alianza con la diputada Alejandra Cárdenas Castillejos para integrar la fórmula.
3) Sin embargo, Montserrat Alicia Arcos Velázquez, entonces dirigente del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), se encaprichó para que fuera su amiga Mayra Ojeda Chávez quien acompañara a Melhem, sin importarles atropellar a las centenas de militantes que simpatizaban con la fórmula Melhem-Cárdenas.
4) En diciembre del mismo año Edgardo y Mayra asumieron su función partidista y de inmediato Ojeda Chávez empezó a generar problemas hacia el interior del Comité Directivo Estatal, los comités municipales, organismos adherentes y sectores al querer imponerles una línea diferente a la ejercida por su dirigente.
5) Al llamarle éste la atención, Mayra respondió exigiendo su renuncia, aunque hay quien asegura que por instrucciones de su amiga Montserrat al codiciar la posición para su reducido grupo político.
6) Cuando Melhem decidió retirarse de la dirigencia, fue relevado por Carlos Solís Gómez, pero éste aventó la toalla ante los escándalos que la todavía secretaria general causaba por no haber sido ella la elegida.
7) Inclusive, Ojeda demandó a ‘Alito’ por violencia de género ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ya que (adujo) no se le respetaron sus derechos políticos.
A finales de abril próximo vence el plazo para que convoque a Consejo Político Estatal y se nombre presidente sustituto, por lo que de dientes para afuera llama a la unidad, siendo que no le queda hablar de armonía cuando ella ha provocado más divisionismo en el PRI.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Caminante no hay camino
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) frenó el llamado Plan B electoral de Andrés Manuel López Obrador, al considerar que las reformas propuestas constituyen una violación a los derechos político-electorales de la población.
Con este nuevo tropiezo presidencial, el Instituto Nacional Electoral (INE) mantiene su independencia para organizar el proceso del 2024, en que se pondrán en juego la jefatura del Poder Ejecutivo federal, el Congreso de la Unión, diputaciones locales y alcaldías.
¿Cuál será la respuesta de López Obrador?
Se hace camino al andar
El dirigente de Movimiento Territorial (MT) en Tamaulipas, Arturo Núñez Ruiz, ha difundido en redes sociales un mensaje convocando a la unidad priista.
Tiene calidad política para hacerlo, pues durante su larga trayectoria ha mostrado liderazgo y conocimiento pleno del activismo partidista, por lo que aparece como el prospecto más serio a la presidencia sustituta del tricolor.
Comenta Arturo: “Hoy México vive un momento de incertidumbre que merece la atención y la participación de todos… este mensaje es con la idea de convocar a una gran reconciliación del priismo en Tamaulipas.
“Sé que en cada región y en cada municipio de nuestro estado hay una gran tradición priista. Sé que muchas compañeras y compañeros están esperando el llamado, la inclusión, para sumarse a las tareas del partido.
“Tenemos mucho por lo cual sentirnos orgullosos de ser militantes y simpatizantes del PRI. Este partido que le dio instituciones, democracia, paz y educación a este gran país. Tamaulipas nos demanda un PRI competitivo y propositivo. Para lograrlo, tenemos que estar capacitados, unidos y fuertes.
“Es momento de reencontrarnos. Es momento de escucharnos y compartir ideas de cómo sí hacer bien las cosas”.
Cicuta
La LXV Legislatura del Congreso local sigue enfrascada en dimes y diretes entre las bancadas morenista y albiceleste.
Esto a consecuencia de la falta de capacidad conciliatoria, el debate de altura y una negociación sustantiva que permita acuerdos para que el Congreso responda a su funcionamiento toral.
¿Acaso no hay quién pueda meter en cintura a los revoltosos?